Monocultivos: una amenaza para las comunidades

Las plantaciones industriales generan degradación de suelos y aceleran la deforestación. Diego Pérez / CP
Las plantaciones industriales generan degradación de suelos y aceleran la deforestación. Diego Pérez / CP

En el marco del Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles, fecha que busca visibilizar los impactos negativos de las plantaciones industriales sobre comunidades y ecosistemas, la organización Otros Mundos Chiapas A.C. alertó sobre las graves consecuencias ambientales y sociales de las plantaciones industriales, como la pérdida de agua, deforestación, desplazamiento y ruptura de la soberanía alimentaria.

Esta conmemoración nació en 2004, durante un encuentro comunitario en Brasil; coincidiendo con el Día del Árbol en ese país y como un acto simbólico para contraponer la visión mercantil de los bosques frente a la defensa de la vida y los territorios.

Denuncia

Desde Chiapas, la organización Desde Otros Mundos A.C., con sede en San Cristóbal de Las Casas, denunció que estos modelos de explotación empobrecen la tierra, afectan el equilibrio ambiental y amenazan directamente la vida de los pueblos.

“Reafirmamos nuestra lucha por alternativas que respeten la vida, el agua y la soberanía de los pueblos”, subrayaron.

Por otro lado, el colectivo enfatizó en que la problemática persiste en diversos continentes, quienes también compartieron testimonios de lucha contra los monocultivos.

“¡No existe el aceite de palma sostenible! ¡Devuelvan la tierra a las familias campesinas!”, señaló FPPB, Indonesia.

“Suzano planta hambre. Los eucaliptos no son bosques; tampoco nos alimentan”, denunció MST, Brasil.

Palma aceitera: un modelo en expansión

La palma aceitera se ha convertido en uno de los cultivos más polémicos en la región. De acuerdo con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), México cuenta con 2.5 millones de hectáreas propicias para este monocultivo, de las cuales dos millones de hectáreas están en el sureste, principalmente en Chiapas.

En 2021, San Cristóbal de Las Casas fue sede de un encuentro organizado por la Red Mesoamericana Frente a la Palma Aceitera, donde representantes de Honduras, Guatemala, México, Uruguay y Ecuador denunciaron que el avance de la palma en sus territorios responde a un modelo “extractivo, acelerado, agresivo y depredador”.

Entre las afectaciones más graves documentadas están: desaparición de fuentes de agua y desvío de ríos, impactos en lugares sagrados vinculados al vital líquido, ruptura de la soberanía alimentaria.

Además de degradación de suelos y aceleración de la deforestación, sequías, incendios y pérdida del paisaje; pobreza, problemas de salud, despojo y desplazamiento forzado.