Millones de aves viajan miles de kilómetros cada año en busca de un mejor ambiente, hospedándose en lugares tropicales de México y Centroamérica. Son alrededor de 340 especies, de las cuales más de 100 descansan en las montañas de la entidad.
Investigadores
De acuerdo con investigadores de Ecosur, el Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM y la Universidad de Cornell; la avifauna de los Altos está compuesta por al menos 353 especies de aves, de las cuales 228 son residentes y 125 son migratorias latitudinales.
La migración de estos ejemplares tiene como objetivo escapar de las extremas condiciones del invierno boreal y austral, por lo que viajan en búsqueda de ambientes menos hostiles y con mayor oferta de recursos para mantener sus poblaciones viables.
Las aves migratorias pueden viajar distancias muy grandes, como el chipe gorrinegro (Dendroica striata), que pesa lo mismo que una moneda y vuela tres mil kilómetros en tan solo tres días.
Especies
Entre las aves que realizan esta migración están los zopilotes, gavilanes, garzas, playeritos, colibríes, mosqueros, chipes o reinitas, mismas que han realizado este viaje durante millones de años.
Cerca del 60 por ciento del total de aves migratorias neotropicales son especies pequeñas que habitan en los ecosistemas terrestres y sobre todo hábitats de bosque.
A pesar de la importancia ecológica de la región, los patrones de diversidad y distribución de la avifauna de los Altos han sido poco estudiados fuera de los límites de las reservas ecológicas de San Cristóbal de Las Casas.
El Dario Oficial de la Federación puso a disposición el estudio realizado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas para justificar la expedición del decreto en el que se pretende declarar como Área Natural Protegida (ANP) con el carácter de “Área de Protección de Flora y Fauna” a los humedales de montaña La Kisst y María Eugenia; en estos sitios, más de 50 aves migratorias lo utilizan se reproducen o complementan fases críticas de su ciclo biológico
Las aves que suelen viajar de noche a más de 4 km de altura. Se cree que usan las estrellas como guía, o incluso que se orientan con el campo magnético de la Tierra, como si tuvieran una brújula.