Moscamed Guatemala visita planta en Metapa

Representantes del programa encargado para la detección, control y erradicación de la mosca del Mediterráneo, en Guatemala, visitaron la planta de producción del insecto estéril ubicada en Metapa de Domínguez.

Dicha planta chiapaneca produce más de 650 millones de moscas del Mediterráneo estériles, las cuales representan una barrera de contención de la plaga en los límites de México con Guatemala, puesto que se trata de una de las mayores amenazas mundiales para las hortalizas y las frutas.

Los representantes guatemaltecos conocieron el proceso biológico a través del cual se crían huevecillos de machos de la mosca, con características genéticas de alta calidad, para luego depositarlas en recipientes con material orgánico para que se conviertan en larvas, y posteriormente en pupas (estado de un insecto previo a llegar a su etapa adulta), que son tratadas con irradiación para garantizar su esterilidad cuando copulen con hembras silvestres.

Esto forma parte de la cooperación técnica que desde hace más de 30 años mantiene la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), sosteniendo de manera permanente un intercambio de conocimientos técnicos con los expertos del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) con representantes de los 33 países miembros.

A través de dichos procesos de sanidad, Moscamed Guatemala ha logrado realizar exportaciones, por ejemplo de melocotón de Salcajá hacia Tapachula, para luego ser distribuido al interior del estado y del país.

Por otro lado, Moscamed Guatemala asistió a Tapachula a la VII reunión del Comité de Dirección Superior CDS de la Comisión Moscas de la Fruta Guatemala-México-Estados Unidos.

Plaga

Cabe recordar que la Moscamed se reportó oficialmente en el continente americano en 1975, en Guatemala, y posteriormente, esta plaga tan invasiva logró pasar fronteras para instalarse en México en 1977, en Tuxtla Chico, municipio fronterizo con el país vecino; evidentemente, los daños en la agricultura fueron catastróficos.

En nuestro país ya no se encuentra presente dicha plaga gracias a los trabajos que las autoridades sanitarias realizaron durante 35 años, hasta lograr la declaración de la nación como zona libre, lo cual permite a los productores mexicanos ser campeones exportadores de hortalizas, mango, aguacate, guayabas y limones, entre otros.