Movimiento de Esperanza consolida su presencia

Movimiento de Esperanza consolida su presenciaEl movimiento ha logrado sumar voces de líderes comunitarios, jóvenes, mujeres y representantes de diversos sectores. CP

A más de la mitad del camino, el Movimiento de Esperanza consolida su presencia en todo el estado, y desde Tuxtla Gutiérrez, la capital de las y los conejos, se enciende el entusiasmo de miles de chiapanecas y chiapanecos que ven en este proyecto una verdadera alternativa ciudadana, incluyente y con visión de futuro.

Grandes mujeres y grandes hombres han abrazado esta causa, convencidos de que Chiapas merece un movimiento que represente su diversidad, escuche sus voces y construya un nuevo rumbo para el estado.

Sumando líderes

Desde los barrios de Tuxtla hasta las regiones más apartadas de Chiapas, la Esperanza se siente, se escucha y se organiza, liderado por una figura cercana al pueblo, que, entre acuerdos políticos, toma pozol y escucha de frente a la ciudadanía. El movimiento ha logrado sumar voces de líderes comunitarios, jóvenes, mujeres y representantes de diversos sectores sociales y productivos.

Es un movimiento real

“Estamos construyendo un proyecto que nace desde el corazón del pueblo, que entiende las causas de Chiapas y que tiene claro hacia dónde quiere llevar al estado. La Esperanza no es un discurso, es un movimiento real, vivo y en marcha”, afirmó su líder estatal, quien encabeza los trabajos de estructura desde la capital.

Con presencia territorial en crecimiento, asambleas ciudadanas en marcha y un respaldo cada vez más amplio, Movimiento de Esperanza cumple con paso firme cada uno de los requisitos rumbo a su registro como partido político local en Chiapas.

Y no solo eso, el avance sostenido, la organización de base y la conexión con las causas sociales colocan al Movimiento de Esperanza en ruta clara a convertirse en una de las fuerzas políticas más importantes del estado.

Este movimiento no solo ha prendido en el ánimo popular, sino que ha demostrado capacidad, estrategia y visión, consolidándose como una propuesta seria, sin ataduras con los intereses del poder de siempre, plenamente comprometida con el presente y el futuro de Chiapas.

La historia del estado está por escribir un nuevo capítulo, y la Esperanza va con humanismo en esta Nueva ERA.