Hoy en día cientos de financieras, casas de empeño e incluso personas físicas ofrecen préstamos fáciles y rápidos, pero no todos son confiables. En muchos casos no cuentan con un registro oficial y solamente buscan estafar a las personas con necesidad.
Son varias las razones por las que una persona contrata un crédito, por una emergencia de salud, quedarse sin trabajo, pagar otra deuda o comprar determinado artículo o inmueble.
En muchos casos invadidos por la desesperación de requerir inmediatamente el dinero, recurren a esas empresas o personas que ofrecen un servicio rápido, pero a futuro sólo tendrán problemas para liquidar el préstamo.
La subdelegada de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) en Chiapas, Gloria Guerrero Hernández, comentó que antes de acudir a cualquier lugar a solicitar un financiamiento debemos cerciorarnos si está registrada ante este organismo.
Para ello pueden acceder a la página oficial, en el registro denominado Sipres. Ahí escriben el nombre completo y si hay coincidencia significa que está reconocida.
En tanto la propia Condusef ofrece en sitio oficial, un simulador que permita saber -dependiendo la cantidad que se requiere en préstamos- el porcentaje de intereses que cobran las empresas registradas, lo que facilita tomar la mejor decisión.
Al momento de contratar un crédito con la empresa que sea, el interesado debe leer detalladamente el contrato y verificar que porcentaje de intereses le cobrarán mensualmente, y si estará sujeto a modificaciones.
Todas las empresas que otorgan créditos, financieras o no, lo que persiguen es obtener intereses por ese financiamiento, por lo que hay que ver si conviene o no adquirir el crédito.
Generalmente si las personas no se informan bien y no leen a detalle el contrato del crédito, en el cual si estaba estipulado el monto de interés que generaría el crédito, es difícil que la Condusef resuelva a favor del cliente.
Importante saber que la Condusef no puede intervenir si el préstamo fue adquirido con una persona física. Tiene facultad en las reclamaciones contra las financieras, bancos, Sofomes, Sofoles, seguros, fianzas, Afores.
Lo mejor es tener un presupuesto para saber nuestra capacidad de pago antes de contratar un crédito con la empresa que sea. No hacerlo conllevará siempre problemas.
Hay que saber también que no se debe confiar en supuestas empresas que ofrecen créditos sin requerir búsqueda del buró de crédito y ningún otro requisito. Asimismo, cuando solicitan recursos al interesado porque las comisiones que por lo general se cobran se descuentan siempre del mismo préstamo. Lo mejor es descartar la empresa para no tener problemas a futuro.
Todas las financieras tienen que hacer un trámite ante la Comisión Nacional Bancaria y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para que sean certificadas y avaladas.
El registro ante Condusef otorga también confianza sobre la financiera, y que si el usuario tiene una reclamación podrá acudir a este organismo, siempre y cuando haya verificado antes su contrato.