“No nos han tomado en cuenta como debe de ser. El derecho humano al agua, como dice en alguna ley, lo dirá, el derecho humano al agua es de 50 a 100 litros por persona. Desgraciadamente no lo tenemos”, fue el contundente mensaje de María Luisa Gómez Pérez, presidenta de la Asociación de Patronatos de Agua del Municipio de Sitalá (Apams).
La asociación está integrada por 35 comunidades. Sitalá es considerado uno de los municipios con mayor marginación de todo el país.
Gómez Pérez es parte del proyecto de Fortalecimiento y Consolidación de la Gestión Comunitaria del Agua y Saneamiento en México, entre las organizaciones Cántaro Azul A. C., Centinelas del Agua A. C., Fondo para la Paz I. A. P., y Fundación Avina, con el apoyo de W. K. Kellogg’s Foundation y Fundación Gonzalo Río Arronte I. A. P.
La lideresa, parte de la comunidad La Unión, junto a diversos representantes del Apams realizó un ritual de agradecimiento de la santa tierra.
“Es el momento de agradecerle, de darle un poquito de amor de lo que nosotros también queremos. Si venimos un grupo, venimos a convivir. Le dimos lo que la santa tierra quería; se le da su pollo, su cacao, su pinole, la tortilla y el trago, que es lo importante para la santa tierra, que es darle el trago.
“Porque así como a nosotros nos da hambre, pues a la tierra también le da”, explicó.
Luego la encargada habló sobre su experiencia con el agua, ya que en su comunidad no tienen acceso directo al vital líquido, sino tienen que caminar 11 kilómetros hasta llegar al rancho Peña Blanca.
“En tiempo de seca acaba el agua. Y como somos más población, la verdad no nos alcanza. Tenemos que, como mamás, más que nada, como mamás, buscar por el bien de nuestros hijos o el bien de la pareja, porque somos una familia.
“Y ya, pues sí, podemos ir a lavar y traer un ánfora de 20 litros, pues no nos va a alcanzar para una semana, mucho para unas cuantas horas”, comentó.