Musgo tarda hasta 40 años en regenerarse

En la naturaleza existen varias especies de musgo, una planta que cumple una función fundamental en los ecosistemas, la cual, entre otros impactos, previene la erosión de los suelos; sin embargo, en la última década ha sido extraída de forma indiscriminada para utilizarla en los nacimientos durante la temporada navideña.

Ana Guadalupe Rocha, docente e investigadora de la Licenciatura en Biología de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), comentó que en el Estado de México han realizado estudios que señalan que los espacios donde se extrae se pueden repoblar, pero no con las mismas especies, lo que evidentemente impacta al ecosistema.

Por otra parte, algunos estudios realizados por diversos organismos indican que pueden pasar hasta 40 años para que esos espacios donde se extrajo el musgo, se pueden repoblar con la misma especie, aunque tiene mucho que ver la cantidad extraída, ya que si se extrae toda una colonia la regeneración tardará todavía más.

Dijo que hace muchos años empezó a emplearse en los nacimientos debido a su color verde que se asemeja al pasto, haciéndose muy popular entre las personas con el paso del tiempo, vendiéndose sobre todo en los mercados públicos, y sin saber el grave impacto que tiene su extracción.

Uno de los principales símbolos de la temporada navideña es la representación del nacimiento del Niño Jesús, para lo que se utilizan las figuras de cerámica representativas de cada personaje, pero también plantas como el heno y el musgo.

Su función

El musgo lo que hace es captar el agua, nace por lo general a la orilla de ríos, en las rocas y en algunos árboles, por lo que se denomina como la “piel del bosque”. Ayuda a mantener la humedad, lo que beneficia a otras especies de plantas; por igual, sirve como hábitat para insectos y microorganismos.

Además ayuda a la formación de suelos, ya que al crecer como tipo alfombra, hace que los carbonatos de calcio de las rocas reaccionen con el agua, lo que va formando suelos que ayudan a que crezcan más plantas. El musgo es de las pocas especies que pueden nacer en las piedras.

El impacto de extraerlo de forma desmedida depende de la cantidad, puede ser a nivel local o incluso a nivel cuenca. Si se extrae a gran escala, como últimamente ocurre, rompe los ciclos de los ecosistemas, por lo que el agua no se va a absorber en los bosques, lo que terminará por ocasionar la erosión de los suelos.

Este impacto puede verse en algunos ríos en los que anteriormente el agua era completamente clara, incluso en temporada de lluvias, pero actualmente tales afluentes lucen de color chocolate, de forma permanente. Lo anterior ocasionado por la falta de filtración de los musgos.

No comprarlo

Enfatizó que la población que lo compra fomenta su extracción de los bosques y montañas, y si bien no participan en el proceso, con sólo comprarlo se promueve la demanda y su extracción. En realidad es una cadena.

Desafortunadamente, en los mercados es posible ver que se comercializan alfombras completas de musgo, lo que refleja el impacto que tendrá en los bosques y que mucha gente desconoce o decide ignorar.

Es evidente, dijo, que aunque existe una legislación para proteger el musgo, con una alternativa para su aprovechamiento sustentable, se debe tramitar un permiso ante la Semarnat, ya que “no todos los que lo venden en los mercados públicos hacen ese proceso, sólo buscan obtener ingresos extras”.

Una alternativa para las personas que ya compraron musgo, es que lo pueden guardar en una bolsa o entre papel, para utilizarlo el siguiente año, únicamente lo deberán poner en una bandeja con agua para que se vuelva a rehidratar.

Grave impacto

El daño a los ecosistemas es grave y no se ha dimensionado. Incluso hay tradiciones en las que se extraen flores y la capacidad de carga del ecosistema natural es ampliamente rebasada. De seguir a ese ritmo, se extinguirán las especies.

Pasará como el famoso del cerro de la Mazorca, en Zinacantán, que lleva el nombre por la presencia de una especie de bromelia, y hoy en día sólo eso le quedó -el nombre-, debido a que se hizo un uso desmedido del recurso y la planta se extinguió en ese lugar.