Por su destacada trayectoria como investigador, escritor, defensor e impulsor de los derechos lingüísticos en México, el doctor Natalio Hernández Hernández será condecorado este jueves con la medalla Rosario Castellanos, máximo reconocimiento que entrega el Congreso del Estado de Chiapas.
Con 78 años de edad y originario de Veracruz, el escritor en lengua náhuatl relata que sus estudios en educación primaria los cursó en un internado en la región de Ixhuatlán de Madero. La secundaria en la región Otomí del Valle del Mezquital; y su formación profesional como maestro normalista, la cursó en el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio (hoy desaparecido). Compartió a Cuarto Poder que recientemente cursó la licenciatura en la Escuela Normal Superior del Estado de Puebla.
Su lengua materna, punto de partida
Al crecer rodeado por una familia que era hablante de la lengua náhuatl, en todos los aspectos de su vida cotidiana padeció un severo choque cultural y lingüístico al ingresar a su formación académica.
“Hay un choque muy fuerte cuando yo ingresé a la escuela primaria. En aquel tiempo estaba prohibido hablar la lengua de la comunidad, en este caso la lengua náhuatl, entonces fuimos reprimidos, fui reprimido con mis compañeros y no solo nosotros sino todo el sistema educativo que era solo en español. El niño o joven que se atrevía a hablar la lengua de su comunidad, de su familia, en la escuela era reprimido psicológicamente y físicamente”, expresó.
El escritor recuerda que esta etapa de su vida lo marcó para siempre: “Los maestros nos decían, no hablas un idioma, hablas un dialecto, y para que te vuelvas gente de razón, tienes que olvidar tu lengua materna, la lengua de la comunidad. Entonces eso fue lo que a mí me marcó mucho”, dijo.
Maestro
Como maestro bilingüe en 1965 tomó conciencia junto con muchos maestros bilingües en lenguas indígenas y crearon la Organización de Profesionistas Indígenas Nahuas Asociación Civil.
Fue así como se propusieron tres grandes objetivos: Leer y escribir su propia lengua, conocer la gramática y trazar un pensamiento crítico desde su propia visión del mundo y de la vida.
“Esto me ha permitido ahora no solo haber logrado que muchas organizaciones indígenas se hayan sumado desde entonces, creando academias de lenguas indígenas, asociaciones de escritores en lenguas indígenas; y en mi caso fui el presidente fundador de la Asociación de Escritores en Lenguas Indígenas en 1993”, expresó.
Admirador de Rosario Castellanos
Además de haber recibido el Doctorado Honoris Causa, ha sido reconocido con la medalla al Mérito Universitario por parte de la Universidad Veracruzana; el premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Indígenas; el premio Bartolomé de las Casas de España, y este jueves le será otorgada la medalla Rosario Castellanos en el Congreso del Estado de Chiapas.
Natalio es ferviente admirador de esta escritora comiteca, quien, considera, abrió la ruta de la reivindicación de los derechos de las mujeres mexicanas.
“50 años después, hoy la mujer protagoniza en los diferentes ámbitos de la vida política del país, en la vida cultural, en la vida artística, literaria. Rosario Castellanos fue pionera de este movimiento de reivindicación de los derechos de las mujeres”, expresó.
Conmovido comparte que cuando recibió la noticia del galardón sintió una gran alegría: “Sentí una gran emoción y desde luego mi familia también compartió este momento de gozo, de alegría porque han sido muchos años. Yo llevo más de 50 años abriendo este camino para que el reconocimiento de los pueblos indígenas, el reconocimiento de las lenguas indígenas, sea una realidad”.
Conciencia
Además comparte lazos muy fuertes con el estado de Chiapas que lo ha marcado profundamente en su conciencia como indígena, como mexicano y como escritor en lengua náhuatl.
“No solo la literatura de Rosario Castellanos, también otros textos; por ejemplo, Jan de Vos con su libro ‘Vivir en Frontera’. Es un libro que a mí me sacudió. Siento en mi propia piel cómo marcaban a los hermanos indígenas cuando iban a las fincas o cuando en la colonia los desterraban y los llevaban a otros lugares y que muchos murieron en el camino, otros regresaron, pero venían marcados”, externó.
Desde su visión considera que Chiapas es un gran estado en donde tenemos que sumarnos todos para que no sea un referente a nivel nacional de analfabetismo, “sino un crisol, como algo que está renaciendo desde las raíces indígenas que permea en todos los niveles de la sociedad chiapaneca”.
En la antesala de recibir la medalla Rosario Castellanos, Natalio Hernández mandó un mensaje a los pueblos originarios de Chiapas: “Quiero decir a mis hermanos indígenas y no indígenas que viene un nuevo sol, un nuevo amanecer en donde las lenguas, donde los pueblos nuestros volverán a florecer para que la nación nuestra, que tiene muchas lenguas y culturas, sea una nación fuerte, unida en su diversidad, fortalecida en sus raíces antiguas y primigenias”.