En Chiapas existe déficit de terapias institucionales de acompañamiento a niñas y niños víctimas de agresiones sexuales, pese a que la estadística va en una alarmante alza, explicó la fundadora de la Asociación Internacional Granito de Arena, Elena Torres Villanueva.
Además ofreció para Cuarto Poder, a manera de prevención para infantes y sus familias, una infografía del cómo los depredadores sexuales abordan a los niños y a su entorno cercano.
La activista señaló que Granito de Arena, sin percepciones, está trabajando con niños víctimas de estos delitos sexuales, por ello conoce de primera mano las limitantes estructurales de las autoridades de impartición de justicia.
Zonas más vulnerables
Explicó que, particularmente las zonas indígenas y franjas migratorias son las más vulnerables, pues en estos lugares existe una industria de pornografía infantil, que se suma a las estadísticas ordinarias.
Este gran número de infantes son abordados escuetamente por profesionales institucionales durante el proceso de la denuncia, sin oportunidad para dar seguimiento a los casos, incluso en los procesos policiales mismo son abordados de manera inadecuada.
En relación al cómo identificar a un agresor sexual, señaló que, la Asociación Mexicana del Internet los llama depredadores sexuales. Esta asociación explica también que no existe un perfil psicológico claro de los abusadores, pero el común denominador es que son “personas encantadoras”.
“Tengan cuidado padres, madres, niños, los abusadores son personas encantadoras, muy correctas, incluso públicas que se conducen de manera correcta”, dijo.
Caso
Por ejemplo, dijo que en Raudales Malpaso, había un docente que utilizaba horas extras para ofrecer adaptaciones a su salón, hacer murales y atender las necesidades de los escolares, pero en realidad estaba accediendo a infantes y sus familias.
Agregó que este fenómeno no es privativo de Chiapas, pues existe a nivel internacional una normalización hacia las prácticas sexuales de adultos para con infantes, incluso en Estados Unidos recién se dejó de vender un libro de nombre: “La Guía del Pedófilo para el Amor y el Placer”.
En ese documento se “explicaba”, que los pedofilos se consideran personas que aman los niños y el libro les explicaba cómo acceder a los infantes sin tener problema con la ley.
Refería el texto, que para acceder a los niños, primero hay que ganarse su confianza y la de su entorno, proponía cortejar madres solteras, hacer actividades lúdicas, ofrecer regalos a grupos deportivos y culturales.
Extrañamente y pese a no necesariamente existir vínculo entre este documento y los casos en Chiapas, se han encontrado consistencias, es decir, los casos chiapanecos de abusadores, también son “encantadores”.
