De 900 pacientes registrados y atendidos de 15 años a la fecha por problemas de labio y paladar, solo 100 regresan para continuar con un tratamiento integral, informó Juan Cuéllar, médico cirujano plástico reconstructivo del Hospital de Especialidades Pediátricas del estado de Chiapas.
Cuellar comentó que mucha gente cree que los problemas de labio y paladar se terminan solo con una operación de cerrar el labio, pero esto no es así, ya que los pacientes con esta situación requerirán hasta los 18 años de edad una serie de tratamientos con especialistas como ortodoncistas, genetistas, otorrinos, incluso psicólogo; además de terapia de lenguaje, una de las más importantes y que los padres deben dar seguimiento en casa.
El médico indicó que la operación de labio debe realizarse a los tres meses de edad, y el de paladar al año y medio; aunque, dependiendo de cada caso, puede necesitar hasta de cinco operaciones. No obstante, hay quienes solo realizan el de labio, sin darle más seguimiento y regresar para la segunda operación, que es la de paladar. “Mientras más tiempo tarde el niño en operarse el paladar, es más difícil para él mejorar o recuperar su lenguaje”, dijo.
Hace unos días, continuó, “operamos a un niño que yo lo había operado de bebé del labio; ahora regresa a los 12 años a operarse el paladar y pues eso no es lo adecuado”.
Terapia de lenguaje
También resaltó la importancia de llevar un seguimiento y tratamiento de integral para que la condición médica no se convierta en una discapacidad que le impida al niño comunicarse con facilidad.
“El ejemplo que pongo generalmente es cuando uno quiere aprender algún otro idioma, sí lo pueden hablar, pero ¿lo van a pronunciar correctamente? Porque no lo han escuchado ni pronunciado y enunciado desde de bebé; entonces si un niño tiene la fisura de paladar y pasa muchos años sin el cierre del paladar, más la terapia, les cuesta mucho hablar”, señaló.
Por lo anterior, insistió en la importancia de acerarse al hospital de especialidades que, a su vez, este puede acercarlos a fundaciones que puedan ayudar a los pacientes a llevar el tratamiento integral necesario y adecuado para cada caso sin que genere un costo para las familias de niños que tienen este problema, en especial para quienes no cuentan con los recursos económicos suficientes.