La inteligencia artificial es una de las nuevas áreas que están avanzando a una velocidad vertiginosa y el derecho tiene que ir dando respuesta también de la misma manera a esos avances, opinó Manuel Jiménez Dorantes, profesor de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach).
“La inteligencia artificial tiene muchas implicaciones con el derecho y aunque muchos pudieran pensar que es un tema complementa técnico, de computadoras y de programas informáticos, la verdad es que todo tiene un impacto en la vida de las personas y tiene que ser regulado por el derecho”, agregó.
Avances
El también ex consejero del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), manifestó que en Europa, por ejemplo, “ya se han empezado a dar los primeros pasos para regular la inteligencia artificial (una rama de la informática que permite a las computadoras realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana) a través de un reglamento emitido por las autoridades para darle cauce y límites en ciertas condiciones o especificar en qué condiciones se puede utilizarla”.
En el caso de México, añadió, “hay un grupo latinoamericano de distintos países que ya presentó una carta de la regulación de la inteligencia artificial en el que México tendría que ir avanzando. Esos son los retos que ahora tenemos en el ordenamiento jurídico mexicano para ir dándole cabida, no tanto prohibiciones, sino más bien que haya reglas claras para saber cómo y con qué fines se utiliza la inteligencia artificial y sobre todo poder identificar los riesgos que puede ocasionar en la vida de los ciudadanos”.
Jiménez Dorantes, quien tiene un doctorado en leyes y diplomado de estudios avanzados en derecho administrativo por la Universidad Autónoma de Madrid, España, recordó que “cada vez más los ciudadanos estamos accediendo a comunicarnos y relacionarnos con las autoridades administrativas a través de medios electrónicos y digitales, y esa relación debe de estar regulada”.