Luego de que circulara en redes sociales una denuncia del presunto abuso a una estudiante de la primaria “Jaime Torres Bodet”, ubicada en el barrio Niño de Atocha en Tuxtla Gutiérrez, Abraham Ruiz Guillén, director de la mencionada escuela se negó a dar los datos de la denuncia, pero dio orden de suspender las clases por tiempo indefinido por una supuesta reparación de drenaje de los baños; lo cual, padres de familias dijeron sentirse inseguros de enviar a sus hijos a este plantel.
Convocan a junta
La mañana de ayer jueves, los directivos de la institución educativa convocaron a una junta con los padres de familia para aclarar los supuestos rumores de la suspensión de clases, donde negaron el acceso a los medios de información.
Al término de la junta, al ser cuestionado por los reporteros, el director se limitó a precisar dar datos sobre lo ocurrido; sin embargo, informó que el caso “ya lo lleva la Fiscalía de la Mujer”.
“Toda la información está en manos de la autoridad competente, toda la información está bajo reserva de la autoridad competente, sería irresponsable de nuestra parte emitir cualquier información que entorpezca el asunto, la fiscalía de la Mujer está trabajando en ello y hay una demanda interpuesta y ellos están trabajando en ello, no vamos a dar ninguna información que pueda entorpecer las investigaciones”, dijo Ruiz Guillén.
Al cuestionar a los padres de familia sobre los detalles de la reunión con los directivos de la escuela, mencionaron que estos no dieron mayor explicación, pues aseguraron que es un tema delicado y que la suspensión era por la reparación de los baños.
“Lo que he visto es que los baños están igual, no les hicieron nada”, dijo Flor de María Núñez, una madre de familia.
Irregularidades
Cabe destacar que dicho caso sacó a relucir diversas irregularidades de la primaria ubicada al norte poniente de la ciudad capital, entre ellos el desvío de recursos para mejoras del plantel.
Los integrantes del Comité de Padres se manifestaron molestos y cuestionaron a los directivos el destino de un recurso económico de 600 mil pesos, el cual debía invertirse para la reparación de las cámaras, el colapso del registro sanitario, entre otros rubros.
“Ahorita hay que checar las cámaras, no es la primera vez. El año pasado dicen que se robaron todas las colegiaturas, un dinero que se perdió y los papás nunca alegaron. Ahorita nos están comentando unas señoras que igual hace como tres cuatro meses una niña se golpeó y llegó morada a su casa, nunca nos dijeron nada, la mamá quería que revisara las cámaras y dijeron que no servían, ahorita yo siento lo mismo, de mi parte yo no estoy segura de traer a mi hija a la escuela hasta que no se esclarezca esto”, comentó Núñez.