Chiapas, igual que el resto del país, tiene una tendencia preocupante en la salud de los niños, pues el 30 % de los menores en edad escolar presentan algún grado de sobrepeso, explicó la investigadora Claudia Ramírez.
La también docente en áreas de la salud en universidades privadas señaló que la prohibición de ventas de golosinas en las escuelas favoreció a la reducción de escenarios de riesgo, pero no resolvió la alerta que tiene la Secretaría de Salud Federal y las autoridades en la entidad.
Y es que, señaló esta situación puede afectar el desarrollo y calidad de vida de los infantes, pues el fenómeno no ocurre por una sola razón, sino por la combinación de varios factores: cambios en los patrones de alimentación, menor actividad física y la disponibilidad de productos ultraprocesados.
Es por ello que expuso la urgencia de la reactivación física añadida a la prohibición de ventas de golosinas en centros escolares.
“Los padres deben enviar comida sana, las escuelas no vender alimentos dañinos y después, en conjunto, es necesario activar a los infantes, sea en casa o en los centros educativos”, explicó.
