Niños propensos a obesidad en zonas urbanas del país

En las escuelas urbanas la actividad física de los niños a la hora del recreo es limitada debido a la falta de espacios. Diego Ramos / CP
En las escuelas urbanas la actividad física de los niños a la hora del recreo es limitada debido a la falta de espacios. Diego Ramos / CP

El entorno escolar influye de manera determinante en el desarrollo de sobrepeso y obesidad en niños y niñas, y son las zonas urbanas las más afectadas, por lo que se les conoce como “ambiente obesogénico”, según reveló un estudio realizado en dos escuelas primarias de Chiapas, con análisis en ciudades y zonas rurales.

La investigación, titulada “Ambiente obesogénico en dos escuelas de nivel básico rural y urbana en Chiapas”, fue desarrollada por las nutriólogas Hannia Lizbeth Hernández Vázquez y Karina Saucedo Cruz, de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach).

Resultados

De acuerdo con los resultados, en la escuela urbana “Lázaro Cárdenas del Río”, ubicada en Tapachula, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad fue del 46.3 %, mientras que en la primaria rural “Liberación”, del municipio de Las Margaritas, la cifra fue de 16.3 %.

Los datos confirman la tesis de las investigadoras, sobre la influencia del entorno en los hábitos alimenticios y niveles de actividad física de los menores.

El estudio señala que, aunque en ambas escuelas se identificó disponibilidad de alimentos procesados y bebidas azucaradas, en “los escolares de área rural los desayunos son monótonos, ya que únicamente se basan en tres alimentos, sin embargo son más saludables que los escolares de área urbana”.

Zonas urbanas

En contraste, en la zona urbana se observó un mayor consumo de tortas, empanadas, banderillas y fruta con picante y salsa durante el recreo.

Respecto a la actividad física, el documento destaca que “en la rural cuentan con espacios suficientes para realizar actividades deportivas (…) y no se observó a niños sedentarios”.

En cambio, en la escuela urbana “únicamente hay una cancha de usos múltiples lo que limita la actividad física de niños y niñas a la hora del recreo, disminuyendo así, el gasto energético”.

Las autoras concluyen que “al ser mayor el ambiente obesogénico en la primaria urbana, se observó gran influencia en el peso y salud de los niños”, mientras que en la rural, “al ser bajo el ambiente al que están expuestos y el hecho de que su alimentación se basa en la dieta de la milpa (maíz, frijol, verduras que cosechan, huevo, entre otros) se observó un mejor estado nutricional”.

El estudio recomienda a las autoridades educativas promover programas de activación física regular, rotar el uso de canchas y fomentar una alimentación más saludable dentro y fuera de las escuelas.