Un sinfín de recomendaciones y recetas han surgido en redes sociales y diversos medios supuestamente para fortalecer el sistema inmunológico e inmunizarse contra el coronavirus, sin embargo, en la mayoría de los casos no ofrecen una fuente médica o científica sobre su efectividad, por lo que podrían resultar riesgosos para algunas personas.
La coordinadora de la Licenciatura en Nutriología de la Facultad de Ciencias de la Nutrición y Alimentos de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), Janeth Sol Cuesy, señaló que lo mejor para fortalecer las defensas del cuerpo es llevar una alimentación completa, equilibrada y segura, adaptada a las posibilidades económicas.
Es fundamental el consumo de frutas, verduras, productos de origen animal y cereales. Lo recomendable es consumir de tres a cuatro veces por semana carnes de res, cerdo, pollo o pescado, huevos, quesos, arroz, frijol, lentejas; en la edad adulta lo mejor es limitar la ingesta de lácteos.
Enfatizó que llevar una dieta balanceada ayuda a que las enfermedades no tengan un efecto tan fuerte en nuestro cuerpo, ya que no hay forma de ser inmune a estas como quieren hacer creer muchas recetas que circulan por redes sociales; menos específicamente contra el coronavirus, ya que ni siquiera existe un tratamiento médico para curarlo.
La especialista dijo que en el caso de las personas con algún padecimiento crónico degenerativo como diabetes, insuficiencia renal, hipertensión, lo mejor es acudir con su médico de cabecera para que les establezca una dieta específica, además mantenerse hidratados constantemente.
Añadió que en general el consumo de frutas de temporada resulta muy benéfico para la salud; todo lo que aporte vitamina A, B12, C, ayudan al buen funcionamiento del sistema inmunológico. Lo mejor es no dejarse llevar por supuestas recetas para inmunizarse contra el Covid-19 o cualquier otra enfermedad, que pudiera resultar un riesgo.
Además, recomendó no caer en compras de pánico que puedan llevar a caer en una dieta poco sana, como alimentos procesados y enlatados que poco o nada aportan al cuerpo humano. “Hay que comprar lo necesario, cosas no perecederas, pero que sean sanas”.