No incendiar y aprovechar el rastrojo

El aprovechamiento del rastrojo como cobertura incrementa la materia orgánica del suelo, regula la temperatura y conserva la humedad; es considerada una práctica que permite hacer frente al cambio climático al reducir la emisión de gases de efecto invernadero, comentó Benancio Jiménez Gómez, colaborador del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt) en Chiapas.

Indicó que la campaña “Chiapas no quema” se ha impulsado y fortalecido por los técnicos colaboradores del Centro, ya que en los últimos años el estado se ha colocado en los primeros lugares en incendios, a pesar de contar con una gran biodiversidad y amplias regiones fértiles; en el 2018 y 2019 Chiapas ocupó el primer lugar en incendios agrícolas.

Estos siniestros dejaron graves afectaciones en varias regiones, destacándose Venustiano Carranza, Ocosingo, Villa Corzo, Frontera Comalapa, Chiapa de Corzo, Tumbalá, La Concordia y Jiquipilas, y todo por la incidencia de quemas agrícolas por parte de productores para limpiar sus parcelas.

Enfatizó que sí hay alternativas para sembrar sin necesidad de quemar, una de ellas es el aprovechamiento del rastrojo como parte del sistema de producción agricultura de conservación, basado en la reducción de movimiento del suelo, diversificación de cultivos y retención de residuos adecuados para la superficie.

Al aplicarse la retención adecuada de rastrojo en la superficie, con diversificación de cultivos, habrá beneficios económicos a corto plazo. Al reducir el movimiento de suelo se incide a un ahorro desde el primer año o el segundo ciclo, también hay una reducción en malezas y aplicación de productos adicionales.

El rastrojo sobre el suelo disminuye la erosión del mismo, aporta materia orgánica, recicla nutrientes, mejora la condición física y química del suelo, mejora la actividad biológica y da mayor balance hídrico dentro de la parcela.

Muchas veces la presencia de plagas se debe a la falta de materia orgánica, pero al existir un balance de microorganismos todos estos problemas se van reduciendo, pero es importante complementarlo con otros factores que comprende la agricultura de conservación.

Mencionó que en varios sitios de investigación que han hecho en diversos municipios han encontrado que a mayor presencia de rastrojo, la cantidad de malezas que se desarrollan en la parcela se va reduciendo. Estas especies invasoras pueden afectar hasta el 30 % del rendimiento de los cultivos. En agricultura de conservación disminuyen hasta un 87 %.