No permitirán impunidad en el caso de Lucrecia

“No se trata de una cifra más, se trata de una persona, de Lucrecia”, enfatiza la médica Berenice Rueda, una de las organizadoras de la marcha que este miércoles exigirá justicia por el crimen de la jefa de la Central de Equipos y Esterilización (CEyE) en el Hospital Dr. Manuel Velasco Suárez en Tapachula.

Lucrecia Salva Fuentes, de 53 años de edad, fue hallada sin vida la mañana del pasado 11 de marzo en el tramo terracería que conduce de la ranchería Canutillo, municipio de Escuintla, a poco más de una hora de distancia de Tapachula.

La enfermera fue asesinada con un arma de fuego y la Fiscalía General del Estado (FGE) se comprometió a investigar bajo el Protocolo de Actuación con Perspectiva de Género.

Pero el día del hallazgo Lucrecia no fue identificada de inmediato, su familia se enteró del mismo por medio de una página de Facebook que publicó la noticia.

La última vez que la vieron fue el 10 de marzo en su centro laboral, donde cubría el turno de 7:00 a 14:30 horas de lunes a viernes. Por la tarde intercambió mensajes con un grupo de amigas debido a una reunión que tenían planeada para la tarde sabatina.

Matilde Salva, su sobrina, dijo en entrevista con Cuarto Poder que su tía vivía sola en una colonia de la periferia de Tapachula, donde llegó a vivir desde muy joven, pues era originaria de Echegaray, municipio de Pijijiapan. Además, era la menor de cinco hijos.

Matilde vivió con su tía cuando recién llegó a estudiar a Tapachula, también procedente de Pijijiapan. Recuerda que fue como una madre, juntas recorrían hora y media de camino para ir a visitar a su familia, “era muy cercana a todos, en especial a su papá, mi abuelito”, a quien apoyaba económicamente.

En la ciudad fronteriza de Tapachula estudió y creció profesionalmente, incluso fue la primer jefa de enfermeras en Ciudad Salud, pero debido al estrés, regresó al CEyE donde cumplió 35 años de servicio, “el hospital era su primera casa, era muy metódica”.

También pertenecía al grupo de damas voluntarias de la Cruz Roja; “por qué quitarle la vida cruelmente, ella era lo máximo, era un ángel, no le hace daño a nadie, al contrario”, dijo Matilde minutos después del sepelio de su tía que se efectuó en Echegaray la mañana del 13 de marzo.

La sobrina de Lucrecia destacó que el camino de tercería donde fue hallada su tía no era frecuentado por ella ni su familia; además dijo que hasta ahora no hay indicios de la hora ni el día (viernes o sábado) que desapareció su tía.

De acuerdo a la familia, Lucrecia no tenía rastros de agresión física o sexual, pero se robaron todas sus pertenencias personales, incluso su automóvil. También revisaron su vivienda y está intacta.

Altruismo

“No le gustaban las injusticias y defendía a los trabajadores”, pero ni Matilde ni su familia se enteraron de alguien que quisiera tomar venganza por el altruismo de Lucrecia, pero buscan confiar en la Fiscalía de Chiapas en que este crimen no quedará impune.

Para Berenice Rueda, médica tanatóloga y compañera de trabajo de Lucrecia, es lamentable el contexto actual de Tapachula y la región, “los niveles de violencia se han ido a la alza y desde el punto de vista de salud, en el Hospital General vemos a diario este tipo de violencia: mujeres macheteadas, violentadas sexualmente, golpeadas, pero nunca nos había tocado tan de cerca y de esa manera”.

Rueda coincidió con los testimonios de que Lucrecia era un gran ser humano, “no comprendemos, estamos indignados, estamos asqueados por el hecho, porque es ella”.

Además de dedicar su vida a cuidar de su familia, Lucrecia era la voz de muchas mujeres en el hospital, siempre peleó por la atención a las mujeres migrantes. La médica especialista dijo que es lamentable que Tapachula se haya convertido en este tiradero de mujeres víctimas de feminicidio e insiste en que Lucrecia no será una cifra más.

Junto con el personal médico de los hospitales, familia, amigos, familiares y ciudadanía participarán en una marcha este miércoles 15 de marzo a las 8:00 horas en el punto de reunión de la entrada del Hospital General en Tapachula; una más se realizará el 18 de marzo a la misma hora, como punto de partida el parque Bicentenario.