Desde las 10:00 de la mañana de este miércoles, grupos de normalistas se manifestaron en diferentes puntos de la capital chiapaneca, causando una serie de afectaciones, así como caos vehicular y pánico entre la población. En un primer momento, estudiantes de la Escuela Normal del Estado realizaron un bloqueo para exigir la destitución del director, quienes aseguran que fue impuesto por autoridades de la Secretaría de Educación (SE). Además pidieron el reconocimiento de las autoridades para 34 alumnos de la generación 2019-2023.
La protesta fue sobre la calzada al Sumidero, a la altura de la institución, siendo bloqueada por varias horas y hasta quemaron neumáticos. La circulación se vio entorpecida y eso generó un gran caos vehicular, al tratarse de una de las principales vías de comunicación.
Irrupción a la tranquilidad
Paralela a esta manifestación, un grupo de normalistas de la Escuela Normal “Manuel Larráinzar” también arribó a la capital chiapaneca. Este grupo de unos 100 normalistas marchó del parque 5 de Mayo hacia el centro de Tuxtla Gutiérrez, con el objetivo de señalar actos discriminatorios por parte de la directora del plantel.
Posterior a la conferencia de prensa, cerca de las 13:00 horas los normalistas bloquearon la avenida Central, desde la 1.ª Oriente hasta el cruce de centrales.
En estas acciones los normalistas retuvieron dos camiones, uno de una empresa refresquera y otro usado para repartir agua embotellada. En un acto radical, uno de estos camiones fue lanzado contra la barricada de metal que está colocada para proteger la entrada y salida trasera del Palacio de Gobierno.
Situación
Los elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) lanzaron gas lacrimógeno contra los normalistas para dispersarlos, comenzando así un enfrentamiento.
Los uniformados salieron a la avenida Central y confrontaron a los radicales, mismos que se dispersaron sobre el lado poniente lanzando cohetones y bombas hechizas.
Varios establecimientos fueron cerrados, inclusive algunos comerciantes abandonaron sus respectivos puestos para ponerse a salvo ante la gran cantidad de gas y proyectiles lanzados.
Al ser la hora de salida de las escuelas, madres de familia y varios menores de edad tuvieron que salir corriendo para escapar de los proyectiles.
Ya en diferentes ocasiones, estos estudiantes han cometido actos radicales escudándose con demandas educativas.