En una acción concreta para enfrentar la vulnerabilidad hídrica y promover la conservación, la organización internacional The Nature Conservancy (TNC) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), a través de la dirección del Parque Nacional Cañón del Sumidero, finalizaron la construcción de un sistema de captación de agua de lluvia en el ejido El Palmar, municipio de Chiapa de Corzo.
La obra, de carácter rústico, tiene como objetivo principal acopiar agua de lluvia durante la temporada de tormentas para garantizar la disponibilidad de este recurso vital durante la época de estiaje o sequía, identificada como un periodo crítico para esta zona y sus habitantes.
Con una capacidad de almacenamiento de 863 mil litros el sistema está diseñado para ser utilizado en actividades agrosilvopastoriles (agrícolas, forestales y pecuarias), base de la economía local.
Impacto
Este proyecto beneficiará de manera directa a 20 personas e indirectamente a otras 100, pertenecientes al ejido El Palmar.
Más allá de los números, su importancia radica en que garantiza la cosecha de agua, un recurso cada vez más escaso e irregular debido a los efectos del cambio climático.
Para comunidades asentadas en zonas de alta vulnerabilidad climática, dentro o cerca de Áreas Naturales Protegidas (ANP), sistemas como este son fundamentales para construir resiliencia. Permiten a las familias contar con agua para sus cultivos y ganado durante la sequía, reduciendo la presión sobre los recursos naturales del parque y mejorando su seguridad alimentaria y económica.
La ubicación de este proyecto no es casual. El Parque Nacional Cañón del Sumidero es el emblema natural de Chiapas y de México, reconocido por su imponente paisaje, su biodiversidad única y su importancia ecológica como corredor biológico y regulador del clima e hidrológico regional.
Acciones como esta obra de captación son estrategias clave de conservación ya que reducen la presión sobre fuentes naturales al proporcionar una fuente alternativa de agua para actividades productivas, disminuye la necesidad de extraer agua de ríos, arroyos o manantiales dentro del parque, especialmente durante la sequía.
Además las prácticas agrosilvopastoriles, al contar con agua asegurada pueden realizarse de manera más sostenible, minimizando impactos negativos en el suelo y la vegetación.
La culminación de esta obra representa un paso concreto hacia la adaptación climática y la conservación integrada en una de las ANP más icónicas del país.