“Me caí en la bicicleta el año pasado y tuve que andar en muletas casi dos meses; cuando empecé mi rehabilitación para caminar con ellas, era imposible y arriesgado andar caminando así en las banquetas de la ciudad”, comentó el ciclista Ernesto Recinos.
El Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó este martes la NOM-SEDATU-001-2021; se trata de la primera Norma de Espacios Públicos en los Asentamientos Humanos, emitida por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), que busca generar certeza en la planeación territorial y generar espacios más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
La situación de Ernesto lo puso en jaque, pues contó que era imposible, incómodo y arriesgado caminar por las calles del centro, lo que lo hizo tomar la elección de hacer lo que hacen las personas que andan en sillas de ruedas, “caminar sobre el flujo vehicular”.
“Es feo porque estás doblemente en vulnerabilidad y es lo que sucede también en el caso de las bicicletas cuando se obstruye el espacio para que la gente pueda andar en la bicicleta”, acotó.
La nueva NOM advierte que “cuando no haya banquetas o las existentes se consideren inutilizables, se considerarán estas vías como compartidas y se deben tomar las medidas adecuadas para salvaguardar la seguridad de las y los peatones, y evitar la invasión de la vía con enseres y vehículos estacionados”.
Esta norma tiene como prioridad el derecho al espacio donde pueda prosperar la vida pública entre las personas de cualquier asentamiento humano, con un enfoque basado en la pirámide de jerarquía de movilidad urbana, la cual prioriza a peatones y vehículos no motorizados y secunda al transporte público
El informe detalló que en México, el 45 % del espacio está destinado a vehículos privados y el 45 % al transporte público, mientras que el 10 % a otro tipo de movilidad.
Para los ciclistas, esta norma que entra en vigor sesenta días naturales después de su fecha de publicación, es decir, el 23 de abril de 2022, remarca la implementación de biciestacionamientos y espacios únicos donde no exista intromisión de vehículos motorizados.
Por otra parte, Cristina, ciclista desde hace más de dos años, explicó que dejó de usar transporte y taxis para escapar de interacciones incómodas, como el acoso callejero y una mala experiencia con un taxista, sin embargo, aclaró que “la bicicleta no está exenta del acoso callejero”.