Nuevo decreto evitará nuevos asentamientos

Invasiones, deforestación, incendios y extracción de material pétreo han sido los principales factores de deterioro que ha padecido el Cañón del Sumidero desde que fue decretado como Parque Nacional el 8 de diciembre de 1980.

A 39 años de dicho acontecimiento, esta área natural ha enfrentado una constante lucha contra el avance de la mancha urbana, esto si se toma en cuenta que afuera del perímetro de conservación confluyen más mil colonias y 700 mil personas.

Desde 2003, año en que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) toma la administración del Parque Nacional, se habían asentado de forma irregular 91 colonias; el área de conservación que comprendía el Cañón del Sumidero iniciaba de lo que hoy se conoce como la colonia Albania.

Se pretendió en su momento reubicar a estas 91 colonias, sin éxito alguno.

“Se perdieron 4 mil 500 hectáreas por las colonias instaladas de forma irregular; la idea es recuperar el espacio perdido y reducir la vulnerabilidad del Parque Nacional y la que podría desencadenar a la sociedad. Ya no se puede hacer nada, el anterior decreto marcaba su límite por Albania Alta, pero ahora las personas buscan ir más arriba, por lo que se tratará de resguardar esa zona”, expresó en su momento Gabriela Franco, integrante del Consejo Asesor del Parque Nacional Cañón del Sumidero.

Desde 2013, en el Parque Nacional se establecieron de forma ilegal los predios conocidos como: “Vida Mejor”, “Nueva Esperanza”, “Los Ángeles”, “Manuel Velasco y Ampliación Leticia Coello”, “Nueva Esperanza II” y “Las Granjas I y II”, todas ellas acumulan un aproximado de 1,050 familias que realizarían afectaciones a la conservación e inclusive al turismo. Después de varios operativos, estas fueron desalojadas.

Estas invasiones aumentaron el número de incendios dentro del área, al pasar de tres hasta 40 por año, por lo que el daño a este patrimonio de la nación resulta ser importante para la preservación de la flora y fauna del interior.

Adrían Méndez Barrera, director de Frontera Sur, Istmo y Pacífico Sur de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), ha señalado que la recuperación de esta maravilla natural podría llegar a verse en más de 15 años y cada hectárea representa una versión de entre 30 a 50 mil pesos para reforestar.

Por si fuera poco, en los últimos diez años (2009-2019), dentro del caudal del río Grijalva en el Parque Nacional se han retirado un promedio de 19 mil 101.08 toneladas de residuos sólidos generados por 16 municipios, quienes conforman la Cuenca del Cañón del Sumidero.

Desde marzo de 2018 se han hecho esfuerzos por crear un nuevo decreto del polígono que permitirá evitar no sólo nuevas invasiones, sino de permitir que colonias se extienda en el Parque Nacional.