El obispo de la diócesis de San Cristóbal, Rodrigo Aguilar Martínez, dijo estar "muy alegre" por la designación del nuevo papa León XIV porque "es una persona muy amable, sencilla, humilde y escucha mucho".
Entrevistado después de la misa que ofició el domingo a las siete de la noche en la catedral, dijo también que su nombramiento es alentador para la diócesis de San Cristóbal porque es muy sensible a la realidad indígena, pues cuando fue obispo de Chiclayo, Perú, estuvo con varias comunidades de pueblos originarios.
"Yo estaba incierto de quién pudiera ser el nuevo papa y cuando supe la noticia me alegró mucho porque es una persona muy amable, sencilla y humilde, escucha mucho", manifestó.
Agregó: "Tuve la dicha de escucharlo y conocerlo cuando fuimos los obispos a la visita a Limina en junio de 2023. Él acababa de ser nombrado por el papa Francisco prefecto del Dicasterio de los obispos, el grupo que ayuda al nombramiento de los obispos en el mundo entero. El papa es el que decide, pero ellos le ayudan. Y también presidente de la comisión para América Latina y tiene datos formidables".
Recordó que Robert Francis Prevost "es nacido en Chicago, Estados Unidos, de familia que por su papá es francesa-italiana y por la mamá tiene ascendencia española. Sabe de lo que significa la migración, y luego, siendo agustino fue enviado a Perú donde estuvo con varias comunidades indígenas de pueblos originarios".
Aguilar Martínez comentó que "antes, la misma comunidad agustina lo nombró prior, o sea superior general de todos los agustinos del mundo y entonces, eso le hacía viajar mucho. Vino a varios lugares de México. Sé que fue a Morelia y a Yuriria, donde hay comunidades agustinas. Anduvo visitando estas comunidades y ya luego el papa lo nombró obispo de Chiclayo, en Perú, donde se dedicó con mucha generosidad al estilo del papa Francisco".
Subrayó: "Así es también él: generoso, sencillo, en atención a los migrantes, a los pobres, a los desposeídos, y ya cuando el papa lo nombró para estar en Roma no era alguien que quisiera lucirse; estaba como a la escucha para ayudar a los demás y me ha alegrado mucho y creo que nos está alegrando mucho su nombramiento; él generosamente está dedicado, y como es relativamente joven, más joven que yo que tengo 73 años y él tiene 69. Entonces auguramos que sea un pontificado no breve".
-¿Es alentador para la diócesis el hecho de que en Perú haya tratado con indígenas? -se le preguntó.
-Él es muy sensible a esa realidad porque conoce por testimonio personal, por vivencia y además muy preparado, es licenciado en matemáticas -¡sorprendente!- y luego los estudios teológicos y doctorado en derecho canónico. Una sólida formación y fraternidad. Sólido espíritu de humildad y de estar con los más pobres y necesitados.