Obesos y con TDAH, los nuevos adultos

Planes de nutrición y ejercicio estructurados deben acompañar a las personas con TDAH. Cortesía
Planes de nutrición y ejercicio estructurados deben acompañar a las personas con TDAH. Cortesía

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una condición del neurodesarrollo que se caracteriza por síntomas de inatención, impulsividad e hiperactividad, pudiendo afectar el rendimiento escolar, laboral y social; en Chiapas se estima que uno de cada cuatro casos diagnosticados son adultos.

Aunque suele diagnosticarse en la infancia, hoy se reconoce que también puede persistir en la edad adulta e incluso descubrirse por primera vez en esta etapa de la vida, explicó el neurólogo Omar López, quien añadió existe poca información diagnóstica general en Chiapas.

Sin embargo, frecuentes esfuerzos de los sectores de la salud han confirmado que uno de cada cuatro nuevos diagnósticos por TDAH, son de adultos.

Obesidad

En los últimos años se ha demostrado que el TDAH no solo impacta la conducta y la concentración, sino que también guarda una relación estrecha con la obesidad. Investigaciones han encontrado que las personas con esta condición tienen hasta un 55 por ciento más de riesgo de desarrollar sobrepeso. Además, se sabe que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad en adultos no es poco frecuente: alrededor del 4.4 por ciento de la población adulta lo padece, aún sin haber sido diagnosticada en la infancia.

“El paciente con TDAH enfrenta retos adicionales para organizar su rutina diaria, mantener horarios de comida o sostener hábitos de ejercicio. Todo esto lo hace más vulnerable a la obesidad. Pero hoy sabemos que no solo es un tema de conducta: también hay bases genéticas y prenatales que refuerzan esta relación”, explicó al respecto el doctor Luis Jesús Dorado, especialista en Nutrición Clínica.

El médico subraya que el tratamiento debe ser integral y personalizado. La farmacoterapia para el TDAH puede ayudar a regular la impulsividad y el apetito, mientras que la psicoterapia cognitivo-conductual contribuye a mejorar la autorregulación y la adherencia a hábitos saludables. Esto debe complementarse con planes de nutrición y ejercicio estructurados, y en casos específicos, con farmacoterapia para la obesidad o cirugía bariátrica, pero eso solo lo puede indicar un especialista.