Océanos, clave para la vida humana

Los océanos son de vital importancia, pues “cubren más del 70 % del planeta” y desempeñan numerosos roles fundamentales, como la regulación del clima, producción de oxígeno o recursos alimentarios y económicos. El 8 de junio es el Día Mundial de los Océanos, conmemoración que tiene por finalidad crear conciencia sobre la importancia de los océanos en la vida cotidiana.

Los océanos absorben una gran cantidad de calor solar y redistribuyen ese calor a través de las corrientes oceánicas, ayudando a regular el clima global. Actúan como un regulador térmico, moderando las temperaturas en la Tierra y creando climas más estables.

“Tienen una función de regulación térmica en la temperatura máxima o mínima, influyen en ingresar humedad hacia la parte continental; es ahí donde se derivan de las lluvias de temporada, que en nuestra región de Chiapas es en el verano, al ser la época en la que los vientos son más intensos”, explica el doctor Marcelino García Benítez, investigador por México asignado al Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach).

A parte de la regulación térmica, dentro de los océanos se representa un ecosistema muy interesante y muy importante, “tiene una vida propia, una vida marina que no solamente es de especies vegetales como las algas, también es hogar de miles de especies animales”.

De acuerdo con la Organización de la Naciones Unidas (ONU), el océano produce al menos el 50 % del oxígeno del planeta, alberga la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra y es la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en todo el mundo.

Los océanos son rutas comerciales vitales y facilitan el transporte marítimo a nivel mundial. Muchas mercancías se transportan a través de los océanos, lo que permite el comercio internacional y el crecimiento económico.

Pero “no solamente son una fuente de riqueza económica, por ejemplo, a través de la pesca, una actividad primitiva muy importante, son el sustento de miles de familias y que en el caso de Chiapas tiene una amplia distribución”.

Chiapas y los océanos

Chiapas se encuentra con una porción del océano Pacífico conocida como el Golfo de Tehuantepec. Aunque Chiapas no tiene costas extensas ni acceso directo al océano Atlántico o al golfo de México, su ubicación geográfica aún le permite tener una influencia e interacción con los océanos.

El Golfo de Tehuantepec es una amplia bahía que se extiende desde el estado de Oaxaca hasta el estado de Chiapas. Es conocido por su importancia en términos de pesca y actividades marítimas, ya que es un área rica en recursos marinos. Varias comunidades costeras en Chiapas dependen de la pesca y la acuicultura para su sustento y economía.

Las llanuras costeras del estado también han tenido diferentes procesos ecológicos y geomorfológicos, como la degradación de la Sierra Madre del Sur, derivado de algunos fenómenos como tormentas fuertes y que por la falta de cobertura vegetal originan que los sedimentos sean arrastrados haciendo que la llanura se extienda.

A parte de los procesos naturales, “la llanura costera ha sido moldeada por las actividades económicas que se han originado, entre las granjas acuícolas, las zonas de pesquería o algunas zonas que se han insertado para la conformación de producción de aceite de palma, lo que ha originado que esto también se vaya degradando”.

Además de su importancia económica, el investigador detalla que el océano Pacífico —que es parte de la región— también ofrece oportunidades recreativas y turísticas. Las playas de Chiapas, como Puerto Arista y Boca del Cielo, atraen a visitantes que buscan disfrutar del mar, practicar deportes acuáticos y relajarse en un entorno costero.

Es importante mencionar que, al igual que en otros lugares, los océanos de Chiapas también se enfrentan a desafíos ambientales, como la contaminación, la sobrepesca y el cambio climático.

Estos problemas requieren medidas de conservación y sostenibilidad para preservar los recursos marinos y así proteger los ecosistemas costeros en beneficio de las comunidades locales y la biodiversidad.

Recomendaciones

“Una de las cosas que debe preocuparnos es evitar la pesca considerada de alto riesgo o de arrastre que genera que las especies que ahí viven en el mar sean atrapadas, sin importar que no funcionen con fines comerciales”.

“No estamos generando una conciencia de conservación sino una de degradación y si nosotros degradamos nuestros océanos, quién va a hacer las funciones que se necesitan, como la producción de oxígeno a través de las algas”.

La degradación de los océanos rompería “toda una cadena, alterando todo”, por lo tanto, la recomendación es “utilizar los recursos oceánicos solamente con fines específicos”; además de “evitar contaminarlos a través de los residuos sólidos”.