Como parte del sincretismo religioso y espiritual que siguen preservando indígenas del estado, a los pies de una imagen pintada de la virgen de Guadalupe, junto al rostro de Cristo, plasmados en la iglesia de Acteal, del municipio de Chenalhó, una mujer enciende el sahumerio santo como ofrenda para iniciar una oración y conmemorar el Domingo de Resurrección.
De esta manera, la Pascua marca el final de la Semana Santa al cerrar el Triduo Pascual conocido como los tres días santos.
En el municipio de San Juan Chamula, algunos habitantes también encendieron veladoras y realizaron plegarias, pero el acto de la pasión de Cristo y el viacrucis fue reservado en el centro del pueblo.