Luego de la toma de posesión de Monseñor Jaime Calderón en su nuevo encargo en la arquidiócesis de León, Guanajuato; en Tapachula, los sacerdotes miembros del Consejo de Consultores Diocesanos se reunieron, oraron y discernieron que el administrador será el presbítero Agripino Méndez Victorio, hasta que el Papa Francisco nombre al noveno obispo de Tapachula.
Presbítero
El padre Pino, como comúnmente lo conocen los feligreses, es originario de la comunidad el Aguacate, Mazatán, Chiapas. Con una vida parroquial de 52 años y se desempeñaba como rector del Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe, en Tapachula.
De acuerdo a la iglesia católica, un administrador diocesano es un sacerdote elegido para gobernar temporalmente una diócesis cuando un obispo es trasladado o este asume la potestad y las obligaciones de un administrador diocesano, hasta que se posesiona en la nueva sede.
Funciones
Entre las obligaciones que desempeñará el presbítero Agripino Méndez Victorio como administrador diocesano, será el deber y gozar de la potestad del obispo, con exclusión de todo aquello que por su misma naturaleza o por el derecho mismo este exceptuado.
Puede confirmar las facultades del vicario general o los vicarios episcopales; confirmar o instituir los sacerdotes que hayan sido legítimamente elegidos o presentados para una parroquia; nombrar párrocos.
Después de un año de la vacancia de la sede, puede celebrar la confirmación y conceder a otro sacerdote la facultad de celebrarla, remover a los vicarios parroquiales por justa causa, salvaguardando lo que el derecho establece en el caso específico de un religioso; participar con voto deliberativo como miembro de la conferencia episcopal, excepto cuando no es obispo, en el caso de las declaraciones doctrinales.
Además de hacer la profesión de fe ante el colegio de consultores, residir en la diócesis, aplicar los domingos y fiestas de precepto la misa por el pueblo, cumplir con todos los deberes del obispo ordinario.
El administrador diocesano cesa en su cargo cuando el nuevo obispo designado por el Sumo Pontífice toma posesión de la diócesis.