Palenque y su participación en la rebelión de 1712

La ciudad de Palenque fue un punto clave para los españoles e indígenas en la rebelión tzeltal, esto de acuerdo a la investigación basada en la documentación de los registros y colecciones que tienen los museos de Palenque, Toniná y Comitán de Domínguez que expuso el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Mayco Jordan Juárez (“La participación palencana en la rebelión de 1712 en San Juan Cancuc”).

Fray Pedro Lorenzo de la Nada fue un evangelizador que se encargó de luchar por los derechos de los indígenas y que fundó en la zona Norte de Chiapas, a escasa distancia de un sitio arqueológico, el pueblo de Palenque en el año de 1567, compuesto, en su mayoría, por indígenas choles a los que iba convenciendo de seguirlo en el camino.

“El pueblo se funda con una organización donde va a estar el convento, cabildo, mesón y una cárcel. Palenque va a ser un pueblo durante el siglo XVI hasta el XVIII, por ser muy pequeño”, dijo y a su vez explicó que comenzó con 500 familias y para 1595 sólo contaría con 181.

Para 1712, Palenque tiene mayor comunicación con Tabasco y menos con Ciudad Real, lo cual marcaría un hito clave para el momento de la rebelión, siendo un sitio estratégico para los rebeldes, que tenían principal interés en eliminar el excesivo pago de tributos que pagaban todos los pueblos de esa región.

Génesis de la rebelión

En junio de 1712, en la alcaldía mayor de los zendales, el pueblo de Cancuc, la hija del sacristán, María López, una joven indígena de 14 años, le dijo a las autoridades que la Virgen se le había aparecido, pidiéndole que se construyera una ermita para poder vivir entre los indígenas.

Se fomentaron mitos, la gente decía que la Virgen había aparecido por comparecencia de los indígenas para que se liberaran del yugo de los españoles; también que los ángeles bajarían y cuidarían las milpas para ya no pagar tributos; y que había que elegir a un nuevo rey, que velara por el bien del pueblo. Paulatinamente creció la efervescencia entre los pueblos vecinos, entre ellos Palenque.

Palenque en la rebelión

El 17 de agosto llegaron a Palenque dos papeles de convocatoria para que los indígenas juntaran flechas y aditamentos, indicando a los pueblos a estar alzados en contra de los españoles. “Pero para las autoridades, Palenque era muy pequeño y sin resistencia, por lo que determinaron que los indígenas huyeran a las montañas”, dijo el investigador.

Cuando los rebeldes entraron al pueblo quemaron la iglesia, la casa del padre y buscaron a Pedro de Zavaleta, un cacique que abusaba constantemente de los indígenas, sin embargo, todos dieron huida, aunque “parte de la población española fue violentada y amenazada”, sustentó.

“La importancia de Palenque en la rebelión es debido a ser un punto estratégico por el que huían los españoles de Ocosingo. Pero cuando estuvo bajo el yugo rebelde sirvió para establecer alianzas con el pueblo lacandón; era entrada o salida, según fuera el control del pueblo”, subrayó

El investigador concluyó explicando que Palenque fue una ciudad protagonista en esta historia de resistencia, con una comunicación comercial y también de ideas, fue un pueblo que fracasó en la sublevación, pero que cimentó las bases de la unión entre diversas identidades sociales.