Con la finalidad de buscar soluciones a la crisis que enfrentan por el aumento de las importaciones y un trato fiscal que consideran inequitativo, productores y empresas procesadoras de aceite de palma de Chiapas y Tabasco, junto con la Federación Mexicana de Palmicultores y Extractores de Palma de Aceite (Femexpalma), se reunieron en la Ciudad de México con funcionarios de la Secretaría de Economía federal.
Indicaron que la República Mexicana produce cerca del 44 % del aceite de palma que consume, mientras que el 56 % restante proviene de importaciones de Centro y Sudamérica; sin embargo, aunque la producción nacional ha crecido, en 2023 y 2024 las condiciones climáticas desfavorables limitaron su expansión, haciendo que la industria dependiera más de la importación para abastecer el mercado.
En este año, la producción de aceite de palma nacional repuntó, pero también la compra al extranjero, generando un excedente que el mercado interno no pudo absorber.
Plantas saturadas
Como consecuencia de ello, las plantas procesadoras se encuentran saturadas de fruta fresca y aceite, lo que ha limitado su capacidad de operación y ha obligado a dejar de comprar a los productores.
En ese sentido, se calcula que cada día se dejan de procesar unas cinco mil 500 toneladas de fruta, lo que representa pérdidas económicas cercanas a los 17.6 millones de pesos diarios.
Chiapas, con mayor afectación
Es Chiapas el más golpeado por esta crisis, ya que es el principal productor de palma de aceite en el país, con alrededor de 70 mil hectáreas cultivadas.
Esta actividad involucra a más de 10 mil productores y genera 15 mil empleos directos y 80 mil indirectos en la región.
Durante la reunión, una comisión de palmicultores y representantes de plantas extractoras, acompañados por un delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) de Chiapas, explicaron a la Secretaría de Economía que la gran cantidad de aceite importado que entra al país, sumado a un trato fiscal inequitativo, afecta gravemente la competitividad del producto mexicano.
Ante ello, los productores pidieron a las autoridades correspondientes que se implementen mecanismos para impulsar el consumo del aceite nacional y se establezcan estrategias para evitar futuras distorsiones en el mercado local.
Piden tasa cero
Destacaron que, “a diferencia de otros aceites vegetales, la cadena de suministro del aceite de palma se genera completamente en el país (siembra, producción, cosecha, extracción y refinación), lo que beneficia directamente al campo mexicano”.
Asimismo, solicitaron la aplicación de una tasa del 0 % de Impuesto al Valor Agregado (IVA) al aceite crudo de palma, argumentando que es un insumo alimentario esencial.
“La industria aceitera debe valorar las cadenas de suministro nacional, desde los productores hasta las procesadoras de aceite crudo, dando prioridad a los productores mexicanos, no como sucede actualmente”, señalaron los palmicultores.
La situación actual exige acciones inmediatas para proteger esta importante agroindustria y a los miles de productores que dependen de ella, por lo que esperan resultados positivos para ese sector.