El cierre de las plantas extractoras de palma de aceite en la Costa y Soconusco provoca afectaciones económicas graves a los productores de palma africana, toda vez que el producto se queda sin mercado en esta región y en algunos casos los están teniendo que vender muy barato, a casi un 30 por ciento menos al precio que tenía antes de los cierres de los establecimientos por parte de la Profepa.
Uno de los productores, don Josué Hernández, expuso que él y sus compañeros palmicultores lamentan el cierre de las plantas extractoras, desconocen el tamaño de la afectación ambiental, pero afirman que se esta generando un problema social porque el precio de la tonelada de fruta cayó de 3 mil 100 a 2 mil y 2 mil 500 pesos en los últimos días, lo que implica que se tenga menos ingresos por la cosecha.
Son en promedio unos cinco mil productores de la Costa y Soconusco los que se ven afectados, ya que no tienen dónde poder comercializar sus cosechas, por lo que han optado rematar las toneladas de fruta en lugar de que se pudra en los cafetales.
Pérdidas económicas
Expuso que los consorcios y organizaciones que tienen las posibilidades y el transporte, llevan su cosecha para ofrecerla en Palenque o al estado de Veracruz para mantener los ingresos, pero esto implica que el envío sea a gran escala para disminuir el costo; sin embargo, el productor social no tiene esa posibilidad y busca venderla al precio que sea antes de acumular más pérdidas.
Dijo que muchos no tienen donde vender la cosecha, por ello, ante la posibilidad de venderla al “coyotaje”, prefieren malbaratarla en lugar de que se pudra, pero eso representa pérdidas económicas considerables en un ingreso estimado desde hace ya tiempo, porque además existen compromisos para la producción.
Por su parte, Ángel de León, productor de Acapetahua, externó que las plantas extractoras que siguen operando no se dan abasto, ya que no tienen la capacidad para moler las toneladas de fruta que se producen en la zona.
Indicó que de las 66 mil toneladas de palma que se producen cada mes en la Costa-Soconusco, las empresas extractoras que operan solo logran comprar el 40 por ciento, por ello, la mayoría de los productores buscan cómo vender sus cosechas.
“No tenemos dónde vender nuestra fruta, por eso damos a un menor precio, aunque perdemos una buena cantidad de dinero, confiamos en que pronto las autoridades permitan la apertura de las empresas para que esta situación mejore”, finalizó.