Parachicos tradicionales marcharon de civiles: Patrón

El concepto de Parachico es una connotación inmaterial, como lo reconoció la Unesco, por lo que ponerse máscara y montera no basta para serlo. Con tal afirmación como premisa, el patrón de los Parachicos, Guadalupe Rubisel Gómez Nigenda; el cronista de Chiapa de Corzo, Alberto Vargas Domínguez; académicos, y población civil remarcaron que el Parachico no está constituido por su vestimenta si no por su origen.

En la reciente marcha cultural participaron Parachicos vestidos de civil, ciudadanos en general y un reducido grupo de personas afines a la cultura chiapacorceña que utilizaron la indumentaria que los tradicionales Parachicos reservan para las festividades en torno a San Sebastián Mártir.

Sin embargo a estos últimos, el portar esta indumentaria no los hace herederos de dicha tradición, dando origen a los llamados falsos Parachicos.

No es una confrontación, solamente como pueblo queremos que nuestras tradiciones sean respetadas, explicaronlos entrevistados e invitaron a conocer la cultura popular y adentrarse en el origen antropológico de la manifestación.

La aparición de personas vestidas del característico personaje se generó con el llamado del patrón de los Parachicos para realizar una marcha civil y cultural en apoyo al sector magisterial al Centro de la capital del estado.

Derivado de ello, cientos de chiapanecos se sumaron a la marcha el pasado nueve de junio, sin embargo, muchos confundieron el llamado y acudieron con el atuendo característico del Parachico.

El patrón de los “monterones”, ante la presencia de gente ataviada con la ropa de Parachicos, marcó distancia declarando (el día de la marcha y en entrevista posterior) que ellos respetaban sus tradiciones, por ello acudieron vestidos de civiles y aclaró que a quienes se veían vestidos, no eran Parachicos y sí quizás originarios de otras zonas del estado y algunos avecindados en Chiapa de Corzo que no respetaron el llamado de la comunidad original.

Seguimiento

El profesor Guadalupe Rubisel Gómez Nigenda- en entrevista posterior- fue claro al señalar que los herederos de la cultura chiapacorceña cumplen condiciones muy específicas, por lo que, el simplemente estar vestidos con la indumentaria no hace a las personas Parachicos.

De esta manera confirmó lo declarado en fechas pasadas, al referir que quienes fueron vistos con la ropa característica de Parachico habrían sido personas ajenas a la comunidad reconocida por la Unesco o en cualquier caso, sujetos que desconocen su simbolismo y condiciones culturales y religiosas.

“El ser Parachico propicia la integración de la comunidad, son cuestiones familiares y se heredan de generación en generación, a los niños y jóvenes los van introduciendo en la danza, pero tienen que cumplir ciertos requisitos, como llevar flores a las ermitas o cumplir mandas, de ahí la frase que el Parachico no se hace, nace”.

La diferencia entre un Parachico y alguien que se viste de Parachico va más allá de la semántica e involucra una serie de razonamientos, destacando que el Parachico, como tradición que se desarrolla desde hace tres siglos, es una ofrenda colectiva dedicada al Señor de Esquipulas (o de los Milagros), San Antonio Abad y San Sebastián Mártir, patronos de la comunidad y está prohibido utilizar esta tradición para actividades distintas a las descritas. 

“Los Parachicos únicamente salen del 15 al 23 de enero y después las ropas se vuelven a guardar, de ahí de que nosotros estemos en contra de que se saque este atuendo en cualquier […] Como chiapacorceños no estamos de acuerdo en que las ropas de utilicen para actividades distintas a su origen”, señaló el patrón.

Este razonamiento generó que Gómez Nigenda pidiera a la comunidad que participaría en la marcha, lo hicieran vestidos de civil, como se puede observar en diversas fotografías donde se observa a él y a Parachicos de toda la vida, vestidos con ropa del diario.

Explicó que dio indicaciones para que acudieran vestidos de blanco y que llevarán víveres. Sin embargo, “otras personas se sumaron y respetamos su participación pero no pertenecen a nuestra comunidad original”, dijo.

En entrevista desde la gran Chiapa de Corzo, Guadalupe Rubisel Gómez Nigenda, guía espiritual y autoridad moral de los Parachicos, explicó cómo distinguir quién es Parachico y quién no, es muy fácil: Primero porque somos una comunidad cerradas que nos identificamos, y sobre todo porque sabemos las reglas de nuestra cultura.

Pero incluso para la gente poco habituada es relativamente sencillo, comenzando en que un falso parachico no sabe danzar; esos que salen a la calle y nada más van caminando y sonando el chinchín no lo son.

El Parachico original no brinca, danza, y en su cadencia hace uso del “chamarreo”, que es la acción de usar un chamarro y lanzarlo al ver a una linda muchacha cerca. 

El patrón dijo que como líder tiene que respetar la cultura y tradición y agradeció a quienes se sumaron a la marcha, pero pidió en lo sucesivo respetar las tradiciones.

Explicó que el término nbarenshico es un vocablo de la lengua chiapaneca cuyo significado es “nuestra alegría” es el nombre original palabra que fue deformada por los españoles quienes escuchaban que los chiapanecos decían “parachico” y luego lo ligaron al personaje de doña María de Angulo y ahí fue donde se fue transformando.

Ropa de Parachico

El atavío de un Parachico consiste en una montera que representa los rayos del sol, así como una máscara con fisionomía de un europeo español o francés con ojos azules en su mayoría; es la figura de un adolescente casi sin barba y con dos lunares una en cada cachete y para colocársela, el individuo usa unos pañuelos en la frente, cabeza y quijada para que no se lastime.

Además la chamarra. Esta deviene del uso de pieles de animales que originalmente usaban los antiguos chiapanecas y que al día de hoy ha derivado en zarpas provenientes de Oaxaca, Tlaxcala o Saltillo.

Debajo de todo eso, está la vestimenta propia del Parachico, colocándose listones de varios colores, simulando el atuendo de San Sebastian. Los listones se entrecruzan o simplemente cruzan el cuerpo del individuo.

Después de eso ya viene lo que hoy le llaman chalina, antiguamente no era así, ha variado ya que en 1950 los parachicos utilizaban los rebosos de las mujeres, después cambio y comenzaron a utilizar la banda de los campesinos y a partir de  1970 comenzaron a usar una especie de chal pero bordado, que le llaman “chalina”, por lo que hoy ya se parecen más o menos a la china poblana.

Sobre la vestimenta, actualmente se utiliza mucho un bordado con lentejuelas y/o chaquiras, que luce llamativo pero que no es el original. Como complemento llevan un chinchín que bien puede ser de hoja de lata o de morro. 

La máscara del Parachico quizás tenga su origen en que nuestros ancestros chiapanecos adoraban al sol y al agua, en cuyos rituales de adoración se pintaban la cara.

La única máscara que es distinta a todas es la del patrón, que es una figura que representa al sol, por eso las cejas se distinguen como flamas y de un color rojo. Entrevistado en la Casa Museo del Patrón de los Parachicos, Guadalupe Rubisel Gómez Nigenda reconoció que en la marcha aparecieron personas vestidas de Parachicos que están fuera de contexto y que de alguna manera desconocen la parte espiritual y tradicional del pueblo.

“En cambio, los verdaderos Parachicos quienes conocen el significado real de nuestro cultura acudieron vestidos de civil, se les pudo ver caminando, danzando y lanzando vivas, pero sin malutilizar la ropa de Parachico que se quedó guardada con respeto”.

Ser Parachico implica una gran responsabilidad y es sin lugar a dudas el personaje principal de Chiapa de Corzo, mismo que fue elevado a Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), puntualizó el patrón de los parachicos.

Cronista

Consultado sobre el tema, el doctor Alberto Vargas Domínguez, cronista de Chiapa de Corzo desde 1970, explicó que el ritual en torno a los Parachicos se ha degradado.

Explicó que al traje de Parachico ahora lo utilizan en diversas zonas del estado, cuando antes no podía utilizarse fuera de Chiapa de Corzo y jamás en fechas distintas a la fiesta de enero.

Ahora hay grupos que incluso se dedican a exportar la figura del Parachico, por ejemplo a Estados Unidos y Francia, donde existen comunidades y otros manifestaciones que ubican al acto como una versión comercial.

Expuso que no ha habido un gobernante Parachico, por lo que los gobernadores en turno de Chiapas reciben una deferencia y son vestidos para sumarlos respetuosamente a las acciones rituales y festivas, pero eso no los hace Parachicos.

Además, arbitrariamente han surgido grupos de Parachicos en Suchiapa, Acala, y Totolapa.

Vargas Domínguez coincidió en señalar que tras la declaratoria de la Unesco, la imagen se ha generalizado y ahora cualquier persona toma sus ropas y sale de Parachico, pero no por eso lo es.

Uno comienza desde que nace. El papá o la mamá visten al niño cuando aún anda en brazos y así lo van integrando a la tradición.

Académico

Consultado sobre el tema, el destacado académico e investigador, además heredero de un linaje artístico de Chiapa de corzo, Mario Nadayapa expuso diferencias contextuales y simbólicas del personaje central de la celebración Chiapa.

“No basta ponerse un traje y bailar al son del tambor y del pito, un auténtico Parachico deviene de una condición de apropiación cultural, en el sentido que es el reflejo de una forma de comprender su cosmovisión.

El Parachico no es solo una danza, sino un grupo social que se define así mismo como Parachicos, es decir rebasa a la danza misma, ya que es una identidad colectiva.

La identidad es un concepto teórico que permite organizar, explicar y comprender el sentido de la acción de los sujetos, así como formas de relación y comunicación específicas que dan origen a la cosmovisión que comparte un grupo con epicentro cultural en Chiapa de Corzo, siendo la cultura de los chiapanecas que lo rige.

Además la identidad, vista como proceso, es siempre histórica. A medida que se transforman las condiciones históricas, el grupo modifica sus propias formas de organización social; los limites del grupo, las reglas de interacción y las marcas de identificación, pueden transformarse en ese tipo de “conciencia social” que es la identidad. Con ésta, los sujetos interpretan el pasado, se explican el presente y se proyectan hacia el futuro como un ser distintivo que los diferencia de los otros, y les permite la reproducción o modificación de sus condiciones de existencia materiales y simbólicas, de acuerdo con sus intereses y sus posibilidades históricas.

Es así que la danza de los Parachicos, sobre todo, es una danza ritual. El ritual expresa la condición humana de lo sagrado y lo profano en Chiapa de Corzo. Lo sagrado visto como lo ajeno, lo otro, pero también como el objetivo que se desea alcanzar. Tanto lo sagrado como lo profano son dos formas de estar en el mundo, de vivir y representar la realidad. El lugar que ocupan los sujetos en cualquiera de estas dos formas, depende la sociedad y la cultura en la que se desenvuelve. Ningún individuo queda fuera de alguno de éstas dos posiciones que dependen de la experiencia cotidiana y de la historia de la cultura”.

Repitió que no basta ponerse un traje y bailar al son del tambor y del pito, un auténtico Parachico deviene de una condición de apropiación cultural, en el sentido que es el reflejo de una forma de comprender su cosmovisión.

Sociedad civil

Parte importante de las manifestaciones de esta naturaleza tienen origen y final en el pueblo, en los portadores mismos de la cultura popular. Es el caso de Rosa Utrilla, quien desde hace cincuenta años vende comida típica en las cercanías del parque Central de Chiapa de Corzo.

La mujer, de setenta años de edad, dijo que por fortuna el patrón de los Parachicos comprendió la importancia de respetar la cultura popular y no permitió que se usara la indumentaria en la marcha.

“Es de lo poco que nos queda, nuestra cultura, nuestra magia y nunca se ha prestado para cosas políticas o de manifestaciones, no lo permitiremos, además sería mal visto por la gente de la Unesco, pues somos un pueblo mágico gracias a nuestra cultura y tradiciones”, dijo.

Finalmente dijo que aprovechando los ojos puestos en Chiapa de Corzo, la mejor manera de conocer al Parachico es comer en Chiapa de Corzo, platicar con su gente, conocer la historia y saber de sus rituales.

Así pues es pertinene explicar que la riqueza cultura de Chiapas permite la exposición de mosaicos culturales de los cuales todos como chiapanecos pertenecemos, pero la subsistencia de esta gama multicolor es el respeto y arraigo regional con que cada cultura abraza y protege sus manifestaciones.

El respeto es la palabra clave, pues en base a ello las prácticas han trascendido y podría tener continuidad ante el paso del tiempo.

Alabanzas que debería conocer un Parachico:

Alabado…. Ursulo era su nombre el que fue nuestro patrón, la llevamos a la puerta del panteón,  zapateado le bailamos, con el son de su carrizo y con el son de su tambor. Parachico me pediste, Parachico eh de bailar.

Atilano, Atilano el que fue nuestro patrón, desde el cielo está escuchando el sonido del carrizo y el sonido del tambor. Parachico me pediste, Parachico eh de bailar.

Alabemos al santísimo a mi San Antonio Abad.

Arsenio era su nombre del que fue nuestro Patrón y cada año recordamos con el son de su carrizo, con el son de su tambor, Parachico eh de bailar.

Esta fiesta es muy bonita y no se puede olvidar el tasajo y la pepita la comida más sabrosa que da prioste del señor San Sebastián, Parachico me pediste, Parachico eh de bailar, alabemos al Santísimo mi señor San Sebastián.

El Parachico que es alegre, jamás se puede cansar, porque a Dios siempre le pido, si de aquí un año yo vivo, Parachico eh de bailar. 

El Parachico que es alegre con su mascará de palo, con su chinchín, su zarape colorado, Aan Antonio el consagrado y mi señor San Sebastián.