Néstor Gabriel López López, docente e investigador de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC) Campus Chiapas, explicó que el “paro técnico” no existe como tal en la Ley Federal del Trabajo, es un convenio entre patrón y trabajador que representa una suspensión temporal de las actividades laborales para mantener las fuentes de empleo y la sostenibilidad económica, en este sentido cabe resaltar que se trata de una medida para no tener más perdidas que ganancias y evitar la quiebra de las empresas que son sostén de un sin número de familias.

El objetivo del paro técnico, es brindarle al patrón, la oportunidad de obtener recursos que le permitan afrontar sus compromisos a corto plazo, porque las condiciones económicas actuales no son suficientes para mantener el empleo en los términos originales.

Además de conservar sus recursos, con esta medida las empresas también buscan llamar la atención del Ejecutivo federal para dé solución inmediata al problema del magisterio; esto no lo pueden hacer con marchas u otros métodos similares porque el estado ya ha tenido suficiente de estos movimiento perjudiciales.

En caso de que los trabajadores no acepten los términos del convenio y remitan a su derecho de demandar una separación laboral, llevaría a las empresas y a sus trabajadores a enfrentarse a dinámicas más complejas que podrían derivar en algo peor: el aumento en las tasas de desempleo.

Néstor López indicó que las solicitudes para este paro técnico deben pasar a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, la cual debe analizar cada convenio para autorizarlos o no, y en caso de que no sean autorizados, la empresas podrían enfrentarse a situaciones que ocasionarían despidos masivos.

En el caso de que en los próximos días las solicitudes para el paro técnico no sean autorizadas o no sean respondidas, las empresas podrían remitir a un amparo indirecto, pero tampoco representa un escenario favorecedor: de igual manera generaría gastos para los empleadores.