Parque de la Marimba, estancia provisional

Una de los sitios más tradicionales para visitar en Tuxtla Gutiérrez es el Parque Jardín de la Marimba, el cual actualmente está en rehabilitación, pero las maderas que cantan no se detienen y por ahora están en su estancia provisional.

La parte frontal del Palacio Municipal fue la elegida para ser adaptada a fi de recibir a los tuxtlecos y visitantes que se deleitan con la música de la Marimba Orquesta.

A penas dan las 5:30 p. m. en punto y danzones, boleros, música tropical, salsa y cumbia suenan durante tres horas para disfrute de las y los visitantes.

Poco a poco se acercan personas de manera solitaria, bailarines experimentados, algunas familias y hasta menores de edad que muestran sus mejores pasos durante las primeras piezas musicales que están dedicadas al danzón y el bolero.

Los hermanos Domínguez, compositores originarios del barrio del Cerrito en San Cristóbal de Las Casas, hacen presencia a través de un popurrí que incluye “Perfidia”; mientras algunos de los presentes tararean desde las bancas de color verde dispuestas para que se mantengan sentados bajo las carpas que les ayudan a mitigar un poco la presencia de los últimos rayos del sol.

Algunos visitantes son ocasionales, pero algunos de ellos acumulan años de visitar este emblemático parque, incluso algunos no llegan tarde bailar y eso es es evidente por sus trajes que combinan a la perfección; si la mujer porta un vestido de color amarillo, el hombre viste con una camisa del mismo color y un pantalón de color distinto, pero ambos portan un par de zapatos muy brillosos que obligan a bajar la vista y disfrutar de la coordinación de sus pasos.

Las parejas parecen dar pasos sobre hojuelas de mantequilla, que les permiten sin despegar los pies avanzar, al mismo tiempo que sus cuerpos parecer deleitarse con el ritmo, sin perder el buen estilo de los danzoneros.

Entre los bailadores se pueden ver a jóvenes, con rostros que no dejan mentir que son originarios del norte del país.

Mientras, las voces oficiales del parque agradecen a los visitantes de Oaxaca, Veracruz, Coahuila, Estado de México, e inclusive algunos de Canadá y Estados Unidos que muestran rostros de sorpresa al ver al cúmulo de bailadores irse haciendo cada vez más grande.

El espacio destinado a los bailadores se cubre en menos de una hora, pero el Parque Central es amplio, así que aún no dan las seis de la tarde y los bailadores ya cubren la parte baja de las escaleras del frente del Palacio Municipal.

Suena la marimba y los alegres bailadores parecen no querer desaprovechar ni un segundo, entre pieza y pieza musical son pocos los que se animan a sentarse.

Los que deciden descansar por un momento no pierden oportunidad de comprar alguna bebida, incluso hay quienes ya están organizados y comparten los refrescos de tres litros que compran.

Algunas parejas jóvenes se hacen acompañar de bebés, quienes ya sea en brazos o en carriolas escuchan la música de marimba y parecen querer pararse a bailar, pues la música se lleva en la sangre y tan se lleva que una mujer de 94 años de edad, desde su silla de ruedas, se anima a bajar y dar unos pasos de baile junto a su hija.

Así, minuto a minuto el reloj marca las 8:30 de la noche y las voces que conducen la presentación musical no dudan en reiterar la invitación a acudir a este lugar de miércoles a domingo, en lo que el amado Parque Jardín de la Marimba es remozado y viste de nueva cuenta sus mejores galas.