Las parteras, a partir de su experiencia y conocimientos vivos, hacen aportes valiosos a otro horizonte simbólico en salud de las mujeres, expresó la investigadora del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), María Alejandra Forero Peña. Subrayó que esto permite la apropiación del cuerpo como el primer territorio y el despliegue de otras formas de abordar la salud colectiva de las mismas.
Investigación
La ahora maestra en Ciencias presentó la investigación “Aportes de parteras tzeltales a otro horizonte simbólico en salud de las mujeres en el marco de un plan de vida territorial”.
Parte de los resultados que se encontraron fueron formas radicalmente diferentes de significar el cuerpo, el territorio y la salud de las mujeres, en contraste con las formas vigentes en la biomedicina.
Explicó que en el marco de la construcción comunitaria de un Plan de Vida de los Bienes Comunales de la zona Lacandona, surgió la invitación de la comunidad de Nueva Palestina, Ocosingo, a contribuir en su componente de salud.
Saberes ancestrales
La intención fue la revitalización de los saberes ancestrales de las parteras del territorio, en particular de aquellos relacionados con la salud de las mujeres en edad fértil desde una perspectiva decolonial.
En el proceso se encontró que la medicina moderna y el poder del Estado han considerado los cuerpos de las mujeres como meros objetos de intervención e históricamente subestimado los valiosos conocimientos en salud de las parteras, así como su papel fundamental en la vida comunitaria.
“En el trasfondo de esta problemática yace arraigado el orden simbólico masculino-colonial en el ámbito de la salud. Lo cual supone un gran obstáculo para la integración de los saberes ancestrales a la estructura de la ciencia médica imperante”.
En consecuencia, esta investigación plantea la necesidad de una reinvención simbólica en salud de las mujeres en edad fértil, para la cual las parteras hacen aportes fundacionales.