Las mujeres se pueden poner de forma vertical y horizontal, tienen derecho a recibir hidromasajes o pueden dar a luz adentro de una bañera; para aliviar el dolor de parto de riesgo bajo, se cambian los fármacos por métodos más tradicionales o poco convencionales como el uso del rebozo, pelotas de yoga y acompañamiento de profesionales. De esa manera funciona la recién inaugurada Clínica de Parto Humanizado en Tuxtla Gutiérrez y que atiende a mujeres embarazadas.
Las instalaciones lucen limpias y no están saturadas. Hay amabilidad y buen trato en quienes atienden a las pacientes. Las profesionales, todas mujeres en la Clínica, tienen preparación en medicina, enfermería, trabajo social y psicología. No obstante, también ofertan orientación de planificación familiar.
¿Cuál es el objetivo?
La directora de la Clínica de Parto Humanizado en Tuxtla Gutiérrez, Diana Carolina Alvrídes Falconer, explicó que este proyecto busca darle el poder de decisión a una madre ante los manejos hospitalarios, medicamentos o procesos quirúrgicos.
“No es algo nuevo, estamos regresando a lo que teníamos y dejamos de hacer. El parto humanizado tiene un enfoque intercultural”, por eso se respetan al interior los usos y costumbres. También es válido que las mujeres ingresen los alimentos de su preferencia.
Atenciones
El lugar comenzó a funcionar desde el pasado 13 de septiembre. Al ingresar se observan dos amplios jardines, y que no fueron colocados por casualidad, en estos senderos las mujeres caminan en tanto obtienen más dilatación para recibir a su bebé. Posterior a los ocho días de labores, Arely González (de 30 años) se convirtió en la primera mujer en dar a luz en esta clínica.
Lo datos de la Secretaría de Salud detallaron que se trataba de una mujer con 39 semanas, llegó del municipio de Acala y tuvo su alumbramiento el día lunes a las 00:11 horas. No hubo ningún tipo de complicación.
Julia, la primera bebé que nació en ese espacio, registró un peso de tres kilos 365 gramos y midió 51 centímetros. Es fundamental precisar que en este sitio no se atienden alumbramientos a través de cesáreas ni tampoco embarazos de alto riesgo, esos casos son canalizados hacia otras instituciones.
Números
Hasta el cierre de este trabajo, en el sitio se habían atendido 58 partos humanizados. Para que una mujer sea revisada existen tres vías: que vayan con referencia del Hospital General “Rafael Pascasio Gamboa”, de los Centros de Salud de la Jurisdicción 1 (la capital del estado, Chiapa de Corzo, Berriozábal, Suchiapa) y aquellas que llevan una valoración de nosocomio privado; de este último lugar en mención, se pide que la paciente lleve un historial clínico para facilitar el procedimiento.
Aunque el propósito central es atender a mujeres embarazadas de Tuxtla Gutiérrez y lugares cercanos, en esta Clínica de Parto Humanizado hay cero rechazos para quienes lleguen de otras zonas, todas las atenciones son gratuitas.
Prevención
El médico que lleva el control prenatal es el adecuado para indicar en qué condiciones de embarazo está una mujer, aspecto que es importante para las especialistas de la clínica, debido a que será la pauta para saber si hay posibilidades de que se alivie en ese recinto o tendría que mandarse a otro hospital.
De acuerdo con Alvrídes Falconer, existen algunos parámetros para decir que un embarazo es de riesgo menor; la lista se compone de los siguientes elementos: que la madre tenga entre 16 y 39 años, un índice de masa corporal adecuado, que no haya obesidad o desnutrición, que tenga los niveles habituales de hemoglobina, que no haya padecimientos crónicos o cirugías en la matriz.
Paso a paso
En el momento en que una mujer llega al lugar, pasa por el área de triage para determinar en qué condiciones llega. La clínica dispone de un ultrasonido para descartar cualquier anomalía en el producto.
Las mujeres que son ingresadas también reciben apoyo psicológico (por algún tema de violencia que hayan vivido), además de orientación por depresión antes, durante y después del parto. El área de trabajo social se encarga de hacer todo lo referente para enviar a las pacientes a otros hospitales si así lo demanda el caso.
Medicamentos
Los insumos que se encuentran al interior de la clínica se utilizan para atender posibles infecciones en vías urinarias, desgarros de tercer o cuarto grado u otras situaciones que signifiquen un riesgo para las madres.
Por norma, en el lugar están obligados a ingresar a mujeres que tengan cinco centímetros o más de dilatación; no obstante, también se brinda un lugar a quienes no cumplen con esta condición, pero llegan de municipios lejanos; en estas situaciones lo que se hace es que las embarazadas se mantienen en observación.
De las bondades que se pueden encontrar en el lugar, es que se permite el ingreso de una persona adicional (la que decida la paciente) para que haga compañía en todo momento, incluso puede observar el instante en el que nace el bebé.
“Cuando la mujer está con menos angustias, entre menos miedo, hace que la oxitocina -hormona que se produce en el parto- funcione de buena manera, pero si está en un ambiente donde no está comiendo nada, no hay nadie con ella, está sola o acostada, la adrenalina sube (...) y hace que los embarazos en los trabajos de parto se estacionen y ya no avancen, y luego terminen en cesáreas o que los productos se hagan popó adentro”, explicó la directora.
Testimonio
La paciente Elizabeth Leticia accedió a platicar con Cuarto Poder sobre el trato que recibió en la Clínica de Parto Humanizado. Ella ingresó al sitio el 26 de octubre y mencionó que desde su arribo, el momento en que nació su hijo y previo a su salida, la atención del personal fue muy buena.
“Lo primero que me tomaron fue la presión, me estuvieron calmando para que, tanto el bebé como yo, pudiéramos salir bien. Tuve mejores atenciones acá, no me quejo”, relató.
Las estadísticas mostraron que fue el parto número 54. El bebé pesó tres kilos con 280 gramos y midió 50 centímetros; su nombre será Elías.
Originaria de la colonia Los Ángeles, en la capital de Chiapas, Leticia mencionó que en el momento en que la criatura nació, también recibió un trato adecuado de las especialistas, lo cambiaron y después, junto a su pareja, pudieron abrazar al recién nacido.
Abraham Calvo, padre del menor, relató que por los nervios que llevaba por la situación, el personal de la clínica le brindó apoyo para tranquilizarlo y darle la oportunidad de ver nacer a su hijo. “Fue el momento más feliz, todo salió sin mayores complicaciones”.
Esta es la idea que se tiene en este espacio, se trata de dignificar y respetar siempre la decisión de la madre, partos humanizados que deberían aplicarse en todos los espacios de salud pública.