Peces fósiles, otra riqueza de Chiapas

Los peces fósiles que se han encontrado en Chiapas en las últimas décadas han generado un impacto internacional, debido a que son ejemplares cuya edad asciende a los 90 millones de años y muestran la riqueza que tiene el estado con estas piezas, dijo Gerardo Carbot Chanona, investigador en el Museo de Paleontología “Eliseo Palacios Aguilera”, que depende de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn).

La importancia con estos hallazgos es que se tenía la idea que grupos como los encodóntidos solo se habían identificado en Medio Oriente, África y algunas partes de Europa, sin embargo, estas especies han sido encontradas en varias zonas del estado.

Los trabajados de investigación que se hicieron en dos localidades de Chiapas (El Espinal y Chango), entre los años de 1998 y 2004, confirmaron la presencia de peces que forman parte de los encodóntidos; después de que se hizo el cruce filogenético, los investigadores se dieron cuenta que hay una gran variedad de estos fósiles.

En el caso de los peces acantomorfos, explicó Carbot Chanona, también son importantes en la paleontología; estos ejemplares fueron encontrados en canteras locales y lo más valioso es que formaron parte de los primeros hallazgos para toda América durante el periodo Cretácico.

Nuevas exploraciones

El investigador en el Museo de Paleontología “Eliseo Palacios Aguilera” mencionó que hay otras zonas que se están explorando en Tzimol, ahí han encontrado peces y otros organismos. Ocurre una situación similar en San Cristóbal de Las Casas y Palenque, dos municipios que han aportado especies nuevas y que tienen una antigüedad promedio de entre 60 y 62 millones.

“Estos nos habla que, después de la extinción de los dinosaurios, hace 66 millones de años, parece ser que la biodiversidad comenzó a recuperarse de manera exponencial. Y los peces, que tenemos evidencia en las canteras de Palenque, nos indican que empezaron a aparecer especies nuevas”, complementó.

Proceso para el material fosilizado

En muchas ocasiones las siluetas de los ejemplares son encontradas por pobladores locales, no obstante, en la visita de campo son los investigadores los que identifican la importancia de la pieza y comienzan los trabajos de limpieza.

Las lajas son levantadas con palas, pero con cinceles delgados y los marros se abre el material. Es ahí donde aparecen los peces ya fosilizados.

Los que tienen una importancia para el mundo de la investigación son llevados al laboratorio del Museo de Paleontología. Ahí se realizan los tratamientos, con las cortadoras se les da la forma, se etiquetan e ingresan a la colección.

Descomposición de los peces en el mar

El investigador Carbot Chanona mencionó que los peces se convirtieron en fósiles de una forma muy particular, es decir, se encontraban en lagunas costeras con aguas calmadas. Los organismos que nadaban y morían se iban al fondo del mar y la descomposición se hacía de forma muy lenta.

Incluso, comentó que la misma descomposición marina provocaba la liberación de gases tóxicos que mataba a gran parte de la fauna que estaba cerca; en consecuencia, se registraban muertes masivas de peces.

“Cuando el pez se iba hasta el fondo no había quién lo depredara o quién disgregara el esqueleto, eso le daba la posibilidad de irse fosilizando. Se iban acumulando capas”, eso permitió la conservación a tal punto que, en algunos ejemplares, se han podido observar hasta los tejidos o restos de las escamas.

Todo lo que han investigado ha permitido al mundo de la paleontología entender los ambientes de depósitos de estos animales, la fauna, la biodiversidad y la forma en que han evolucionado pero, sobre todo, la gran riqueza con la que cuenta Chiapas.