Persiste la migración hormiga en frontera sur
Ante la presencia de fuerzas militares en la frontera sur, migrantes están optando por usar el “modo hormiga” y no en caravanas a fin de pasar desapercibidos ante las autoridades. Ramón García / CP 

Si Guatemala, Honduras y El Salvador no crean condiciones de paz y trabajo, no atienden el problema de violencia en esos lugares, la migración hacia México y Estados Unidos continuará y no habrá muro ni elementos militares que detengan el flujo de personas, expuso la directora del albergue Jesús el Buen Pastor del Pobre y del Migrante, Olga Sánchez Martínez, también Premio Nacional de Derechos Humanos hace algunos años. 

Dijo que es urgente que los gobiernos de esos países apliquen estrategias para erradicar la violencia generada por las pandillas, principalmente en los países del triángulo norte de Centroamérica y que es la principal causa de que las personas o familias completas abandonen sus lugares de origen. 

Consideró como una política fallida que el Gobierno de México otorgue 30 millones de dólares a cada uno de los tres países de Centroamérica con el fin de detener el flujo migratorio, cuando el tema económico ha sido rebasado por la violencia, ya que muchos salen de su país para salvar sus vidas o las de sus familias. 

Señaló que tras la postura de México y ahora de Guatemala de impedir el paso de caravanas de migrantes, ha condicionado que la nueva forma de migración será el “modo hormiga” y no en caravanas, para que el migrante pueda pasar desapercibido. 

Los migrantes siguen cruzando a territorio mexicano, afirmó la defensora de derechos humanos, e indicó que en los últimos días han llegado al albergue en busca de ayuda alrededor de 120 personas, pues todas lograron burlar los operativos al ingresar en modo hormiga. 

Los migrantes que buscan ayuda son aquellos que buscan proteger su vida o mejorar su condiciones, no traen dinero, ropa ni calzado; a diferencia de los que lo hacen en las caravanas que vienen engañados, toda vez que este tipo de migración en los últimos años se ha convertido en un auténtico negocio. 

Urgió al Gobierno Federal mayores apoyos para los albergues que operan en la frontera sur y que han servido como refugio y lugar de tranquilidad para las personas que vienen huyendo de la violencia, ya que en estos lugares se les brinda hospedaje, alimentos y se les apoyo en sus trámites, y sobre todo se les respeta sus derechos humanos.