Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal y Tapachula son los municipios con mayor incidencia en reportes de agresiones a personas de la comunidad LGBT+; principalmente, contra hombres homosexuales y mujeres transgénero, informó David Vázquez Hernández del Observatorio LGBT+.

David Vázquez señaló que durante los últimos meses las cifras de agresiones contra estas personas no mostró un repunte, pero esto no significa que la violencia vaya a la baja, pues desde antes de la pandemia los casos eran constantes.

En lo que va del año tienen en promedio de dos a cinco reportes mensuales de estas personas que fueron violentadas, ya sea con golpes, insultos, amenaza de muerte, etc., sin embargo, estos números se limitan a los contactos establecidos a través de internet, pero el número de víctimas es mucho mayor.

Además, la mayoría de las agresiones se concretan dentro del hogar, lo que lleva a muchas de las víctimas a permanecer en silencio pues llevaría a establecer acciones legales contra sus padres o madres, situación que perpetúa la violencia.

En este 2020 se documentaron al menos cuatro transfeminicidios, es decir, muertes violentas de mujeres transgénero; uno en San Cristóbal y tres en Tapachula, además de un homicidio en tentativa en Tuxtla Gutiérrez, presumible por la orientación lésbica de la víctima y otra tentativa de homicidio en Venustiano Carranza de un joven gay travesti.

En el caso de los transfeminicidios, David Vázquez apuntó que al ser un término no reconocido es catalogado como homicidio, situación que hace invisible el problema. La edad promedio de las víctimas va de los 20 hasta los 35 años.

Apuntó que otros municipios en los que persisten agresiones contra esta población son Villaflores, Yajalón y Pichucalco, donde se establecen constantemente reportes de agresiones en la vía pública y dentro de los hogares de las víctimas.

Violencia institucional

Vázquez Hernández enfatizó que el no reconocimiento de los transfeminicidios, entre otros problemas que aquejan a la población disidente sexual, apunta a los huecos que existen de reconocimiento dentro de las instituciones como el Congreso Local.

Añadió que existe una deuda desde el Legislativo con este sector de la población, pues se mantiene en pausa la discusión sobre garantizar el derecho a la identidad, lo que facilitaría el reconocimiento y la justicia a estos hombres y mujeres.

El director del Observatorio LGBT+ invitó a las y los diputados a que trabajen sin ningún sesgo que pudiera entorpecer los intereses de todos los ciudadanos, y que además perpetúen las agresiones contra la comunidad diversa.