Persisten casos de violencia infantil

En auge casos de violencia contra Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) migrantes en la frontera sur está imparable, siendo el abuso sexual, la trata de personas y la explotación infantil, los principales flagelos que afectan a este sector vulnerable, evidencia la presidenta y fundadora de la organización Por la Superación de la Mujer, Elsa Simón Ortega.

Expuso que en las primeras semanas de este año se han atendido alrededor de 10 casos de violencia infantil en migrantes, mismos que han sido documentados y presentados ante las instancias correspondientes, aunque señaló que este es solo una parte del universo porque muchos no son denunciados.

Indicó que desde el 2012 existe la Ley de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes, pero desafortunadamente poco y nada se hace a favor de la infancia migrante, ya que este problema no se detiene, convirtiéndose en un grito silencioso para las autoridades.

Casos

Señaló que han atendido casos de abuso sexual contra menores de hasta cuatro años de edad, cuyos hechos llenan de indignación y coraje, porque nadie escucha los “gritos de auxilio” de los niños.

Refirió que también NNA migrantes son víctimas de trata de personas, en donde las obligan a realizar trabajos sexuales y también son explotados laboralmente, prueba de ello, es que en los cruceros se aprecia a infancias limpiando vidrios de vehículos o pidiendo limosna.

Señaló que lamentablemente la mayoría de los casos de violencia contra los menores de edad son generados por personas cercanas, es decir padres, hermanos, tíos, abuelos; por ello, la mayoría de los hechos no se denuncian.

“Es lamentable toda esta situación de violencia y abuso sexual en contra de los niños migrantes, hemos atendido casos de niñas que fueron abusadas por sus propios familiares, es una situación muy indignante”, abundó

Detalló que les han dado el acompañamiento legal a los casos de violencia y se han denunciado y puesto a los agresores tras las rejas, sin embargo, la mayoría de los casos no son denunciados, lo que pone muchas veces en peligro la vida de los NNA.