Persisten los tiraderos a cielo abierto
Con el proyecto se busca reducir los contaminantes de los lixiviados y que representen menor riesgo. Cortesía

Se calcula que en Chiapas el 56 % de los “sitios” de disposición final de residuos sólidos domiciliarios son tiraderos a cielo abierto y el 44 % son rellenos sanitarios, según un estudio realizado sobre la perspectiva y la situación actual de los mismos.

Sin embargo, los sitios a cielo abierto están generando siempre lixiviados que se filtran al subsuelo y en los rellenos sanitarios se requiere una mayor atención en el tratamiento de estas aguas residuales, para evitar su impacto al medio ambiente.

Tomando en cuenta este panorama, Hernán Federico Gutiérrez Robledo, estudiante de la maestría en Ciencias en Ingeniería Bioquímica y el investigador José Humberto Castañón González, ambos del Tecnológico Nacional de México (TecNM) campus Tuxtla Gutiérrez, trabajan en el proyecto de investigación “Tratamiento de lixiviados a partir de un biorreactor y cepas aisladas”.

Explicación

Hernán Gutiérrez comentó que los lixiviados son aquellos líquidos que se generan dentro de los rellenos sanitarios, que es un agua residual muy contaminante extremadamente tóxica por todos los componentes que se envían a la “basura” y que se confinan en un sólo sitio.

Es importante analizar y buscar alternativas de solución para evitar mayor contaminación, porque al filtrase a la tierra provocan una mala calidad del agua, ya que alteran los mantos freáticos y estos a su vez van a parar a los ríos, provocando la muerte de peces y otros animales que se encuentran en esa zona.

Además, hay que considerar que muchas poblaciones humanas recolectan agua de los ríos o de pozos y norias para su consumo, y esto puede ocasionar enfermedades.

“Regularmente los vertederos, tanto de cielo abierto o de exposición final, están alejados de zonas como ríos y poblaciones, pero eso no quita que se pueda filtrar a los mantos freáticos”, remarcó.

Detalló que, mediante el uso de biorreactores, se pretende encontrar alternativas y analizar cómo los microorganismos aislados pueden llevar a cabo la biorremediación y remoción de contaminantes de los lixiviados, para que cumpla con las normas establecidas por las entidades que regulan lo relacionado a las aguas residuales.

Implementar con éxito este proyecto contribuirá al desarrollo de otros tratamientos que cumplan con los parámetros necesarios para que esas aguas puedan ser vertidas en algún sitio sin causar daños al medio ambiente o a las poblaciones aledañas.

El investigador José Humberto Castañón agregó que existe un alto interés por conocer cuáles son los microorganismos que pueden cumplir con esta labor; desde hace más de una década se ha trabajado con el estudio de las características fisicoquímicas de los lixiviados generados en sitios de disposición final de residuos sólidos urbanos de Tuxtla Gutiérrez y recientemente de Berriozábal.