En Chiapas la representación política de la diversidad sexual es prácticamente nula; a pesar de que existen acciones afirmativas para el registro de candidaturas en un proceso electoral, los partidos políticos se las arreglan para que no resulten electos, comentó Maricarmen Pereyra Vázquez, activista trans.
Activistas
Mencionó que activistas LGBT buscaron una reunión con los consejeros del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), la cual se materializó en algunos lineamientos adicionales sobre las medidas afirmativas para el proceso electoral.
Aseguró que en las acciones afirmativas para la inclusión de la diversidad sexual en puestos elección popular no utilizaron el término para determinar una cuota específica, solo mencionan grupos vulnerados históricamente.
“Generalmente los partidos políticos registran a sus candidatos con estrategias, sobre todo de los grupos vulnerables y minorías. Están obligados a registrar cierta cuota de personas con discapacidad, indígenas, afrodescendientes y de la diversidad sexual, lo cual hacen en municipios donde saben que van a perder”, destacó Maricarmen Pereyra.
Pocos apoyos
Otra situación que se presenta cada proceso electoral es que los partidos reciben un recurso para cada candidatura; en el caso de los candidatos LGBT no les entregan nada o solo un porcentaje y ellos deben trabajar con sus medios para competir.
Una de las propuestas que hicieron al IEPC, es que las personas que registren los partidos deben contar con el respaldo de cierto sector, con cinco años comprobados de activismo y asumirse públicamente como disidente sexual, porque en muchos casos registran a personas desconocidas o que no se asumen públicamente.
“El que lleguen personas que supuestamente son de la diversidad a puestos de elecciones popular, no garantiza que vayan a trabajar en favor de todos los sectores, por eso piden el respaldo público con antecedentes de años de activismo”, señaló.
Para el proceso electoral de 2024 es la primera vez que está registrada una persona públicamente reconocida y respaldada por la diversidad sexual en el estado, activista desde el 2014, para una candidatura federal. Hasta ahora es la única persona.