Debido a los bajos niveles de agua en los que se encuentra la presa de Malpaso, más de 250 acuicultores viven una crisis económica debido a la baja producción, lo que ha generado que decenas de ellos migren a los Estados Unidos para pagar sus deudas, resultado de los créditos que contraen cada temporada para la cría de mojarra tilapia.

En conferencia de prensa desde el Parque Central de la capital chiapaneca, los pescadores de río (en Nuevo Quechula) recalcaron que mantendrían una reunión con autoridades estatales, pues la situación se está agudizando.

“Venimos a ver de qué manera nos pueden ayudar por la mortalidad y las pérdidas de jaulas de pescados”, comentó Alberto Mendoza Reyes, quien además expuso que de una producción de seis toneladas se pasó a 900 kilogramos en el periodo de cosecha, es decir, en un lapso de cuatro a seis meses.

“Es necesario que el gobierno le eche un vistazo a esa parte, pues no se produce la misma cantidad”, resaltó. Sumando a que esto podría generar un desabasto del producto en los estados de Chiapas, Ciudad de México, Veracruz, Tabasco y Puebla, estados donde se distribuye esta especie de mojarra y donde “no se sabe cómo va a estar la escasez de alimentos en unos meses”.

Tres meses con este problema

Los pescadores llevan tres meses en la misma situación, por lo que expusieron que a las comunidades de las partes altas del río sí se les informó que iba a bajar el nivel del agua y que retiraran sus aulas de las orillas, pero “en la parte de arriba no supimos nada, nos agarró de sorpresa y se perdieron las jaulas de 10 cooperativas”.

Cada jaula tiene un costo de inversión promedio de 250 mil pesos, para lo cual adquieren una deuda crediticia en material y alimentos con las empresas de Purina y Camping. Debido al endeudamiento, Mendoza Reyes subrayó que muchos productores han tenido que migrar hacia los Estados Unidos.

“Ahorita se han ido unos 50 productores, los demás estamos esperando a ver qué solución nos da el gobernador; ya atendió la situación y precisamente ahorita tenemos una reunión para ver cuál es la respuesta; esperamos un subsidio, no dinero regalado, solo un apoyo financiero para poder trabajar”, declaró.

Expuso que no solamente son las casi 300 unidades productivas afectadas, pues “esos productores tienen más trabajadores, por lo cual la cifra de afectados podría llegar a miles de familias afectadas”.