La caída de la actividad pesquera, consecuencia de la poca producción de especies, a lo que se suma la falta de programas y apoyos gubernamentales para fomentar la propia actividad y que en este sexenio se dejaron de dar, mantiene a los pescadores de Puerto Madero en una severa crisis, tal y como ocurre con otros sectores productivos.
En entrevista, Abraham Solís Cruz, presidente de la Cooperativa Crustáceos y Moluscos de la Costa de Chiapas, expuso que en esta zona costera de Chiapas es cada vez más complicada para los pescadores de diversas especies el desarrollar esta actividad, debido a que hay poco producto y los equipos se han vuelto viejos, además del grave riesgo que implica en muchas ocasiones las inclemencias del tiempo.
Indicó que tan sólo en Puerto Madero existen 600 embarcaciones que conforman la flota pesquera, dedicadas principalmente a la pesca de tiburón, sierra, chato, ostiones y langostas, quienes apenas sobreviven con la baja captura que existe.
Los pescadores locales señalaron que aunque en Chiapas no hay una flota camaronera, hay una afectación mayor por la presencia de barcos de Sinaloa, ya que estos llegan a esta región para la captura de camarón en las costas; sin embargo, al realizar esa labor estos también exterminan las especies pequeñas que a ellos se les impide capturar.
Expusieron que con la competencia en la captura de tiburón, este se ha alejado a más de 200 kilómetros de las costas, lo que implica mayores riesgos y un gasto considerable de combustible.
Afirmaron que en la actualidad no cuentan con apoyos gubernamentales, pues durante esta administración les quitaron los pocos estímulos e incentivos que tenían anteriormente, como el apoyo en combustible.
Puntualizó que debido a la poca captura de especies no pueden acceder a una comercialización a gran escala, por lo que venden el producto a menudeo, a los propietarios de palapas o restaurantes y a algunos comerciantes de mercados públicos.