Pez diablo| una amenaza

"Paulina Fernández * CP. Pescadores de Catazajá, La Libertad, Palenque y Salto de Agua resienten la pérdida de especies comerciales, así como el daño ambiental que está causando el pez diablo en los sistemas lagunarios de la región, aseguró el subsecretario de Medio Ambiente e Historia Natural en la entidad, Alejandro Callejas Linares.

El funcionario estatal precisó que el Hypostomus Plecostomus, conocido comúnmente como pez diablo, es una especie considerada como nociva, ya que prácticamente ha proliferado como una plaga al adaptarse fácilmente a cualquier ecosistema.

""La llegada de este organismo a los cuerpos de agua fue accidental mas no natural, su multiplicación es exagerada y, al no tener depredadores, agota el oxígeno, así como el alimento de las demás especies que viven en estas lagunas"", explicó.

En este sentido detalló que las secuelas de esta situación se ven especialmente reflejadas en la disminución de mojarras, situación que preocupa a los pescadores de la región, pues la mayoría depende de dicha especie para sobrevivir.

Ante esta situación, comentó que se están haciendo esfuerzos para controlar su número y destinarlos al consumo humano, pero procesado como harina para que pueda ser utilizada como complemento proteínico.

Callejas Linares agregó que esa iniciativa surgió hace dos años, por lo que se propuso en aquel entonces instalar la primera planta que realizaría este tipo de aprovechamiento, siendo la empresa Maga Gold, a cargo Laura Patricia Viñas González, la que tomó la responsabilidad.

Asimismo, destacó que en esta operación participaron 200 socios y a la fecha son estudiantes de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) quienes continúan trabajando en aspectos técnicos del proyecto.

El funcionario puntualizó que el año pasado se determinó que dicha producción de harina será precisamente derivada de la pesca incidental o de lo que se enreda en la red.

De esta forma, abundó, por cada 10 kilogramos de pez diablo se elaborará un kilogramo de harina para lograr una producción mensual de alrededor de trescientas toneladas.

Finalmente, Callejas Linares confió que proyectos como éstos puedan ayudar a abatir el daño que ocasiona este pez no sólo a los pescadores sino a los ecosistemas donde se ha adaptado.

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