El obispo de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, afirmó que a pesar de la recomendación de las autoridades de salud, algunos grupos de personas y comunidades “persisten en acudir al templo y hacer sus tradiciones religiosas, como considerando que no les va a pasar nada”.
En rueda de prensa dijo que ha pedido a todos los sacerdotes que “tengamos celebraciones privadas, con pequeños grupos, sólo las personas que sean necesarias para una celebración y que en la medida de lo posible aprovechemos la transmisión por internet”.
Pidió a quienes “persisten en querer conservar sus tradiciones, que sean muy cuidadosos en evitar contagiarnos unos con otros”, al tiempo de señalar que “cuando lleguen más casos (de Covid-19) vamos a ir escarmentando”, pero “tratemos de que no haya aumento de casos de contagios”.
Comentó que como consecuencia de la pandemia, “en San Cristóbal ha desaparecido casi totalmente el turismo. Es una situación muy especial que hacía mucho que no se daba en esta ciudad”.
El obispo pidió a todas las personas que “seamos cuidadosos; hay muchas personas que tienen que salir porque si no trabajan no pueden llevar alimento a su familia, pues en ese trabajo que tengan que realizar que lo hagan con mucha prevención, ya que existe riesgo de que cayendo el virus nos contagiemos unos con otros”.
Manifestó que “no debe de haber y tenemos que ser cuidadosos con las medidas preventivas del lavado de las manos, no llevarnos constantemente las manos a la cara, sobre todo si hemos tocado objetos que pudieran estar contaminados, hacer gárgaras, lavado de garganta y nariz para evitar que entre a los pulmones el virus”.
Aguilar Martínez expresó su esperanza de que con base en la experiencia de China, Italia y España, entre otros, “aquí podamos ser cuidadosos, aprendiendo de la dolorosa experiencia de estos países”.
También manifestó su deseo de que la medida dispuesta por las autoridades de “Quédate en casa”, “nos ayude como familia a tratarnos más, escucharnos, querernos. Para la Iglesia, la familia es la iglesia en casa, la que está entorno al fogón viviendo la fe. Vivamos la fe”.
Remarcó: “Para los que somos creyentes en Cristo esta es la semana mayor, que nos ayude a acercarnos y convivir, a tenernos paciencia unos con otros. Que tener que estar juntos no sea como una presión, un auto agobio, sino disfrutar, conocernos más, ayudarnos y desde el encierro a la casa poder unirnos a las celebraciones de nuestra fe en la semana santa”.
Reiteró que “si nos cuidadosos no nos va a tocar el problema tan grave como en otros países; estos cuidados preventivos están al alcance de todos. Nada más hay que ser cuidadosos para evitar los contagios”.