En su mensaje dominical, el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, hizo un llamado a la comunidad cristiana a trabajar en pro del medio ambiente, a reflexionar en la necesidad de recordar nuestra íntima relación con la “casa común”, ante las graves repercusiones que se viven y que la misma sociedad resiente por el cambio climático, con un clima más cálido en particular en la región.
Dijo que la Cuaresma también debería ser un tiempo de conversión ecológica, ya que es necesario reflexionar sobre las afectaciones que se han presentado en la región, por el tiempo cálido que se ha acentuado en los recientes días.
Señaló que es importante retomar, en esta reflexión, la necesidad de recordar la íntima relación con la “casa común” y es que la crisis de humanidad que se vive actualmente se ve reflejada en la relación con la naturaleza, tal y como lo expresaba el papa Francisco.
Detalló que la crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior, pero también es necesario reconocer que algunos cristianos comprometidos y orantes, bajo una excusa de realismo y pragmatismo, suelen burlarse de las preocupaciones por el medio ambiente.
Indicó que otros son pasivos y no se deciden a cambiar sus hábitos y se vuelven incoherentes, por lo que les hace falta entonces una conversión ecológica, misma que implica dejar brotar todas las consecuencias de su encuentro con Jesús en las relaciones con el mundo que los rodea.
Finalmente, mencionó que es necesario vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios, la cual no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana, sino que es parte esencial de una existencia virtuosa.