Pide políticas serias ante desapariciones

Señalan falta de apoyo institucional en la lucha de las madres buscadoras. Diego Pérez / CP
Señalan falta de apoyo institucional en la lucha de las madres buscadoras. Diego Pérez / CP

El arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, monseñor José Francisco González González, alzó la voz en favor de las madres buscadoras quienes recientemente sostuvieron un encuentro con el gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, subrayando la urgencia de que el Estado asuma con seriedad la responsabilidad de encontrar a las personas desaparecidas y la creación de políticas con presupuesto y justicia para frenar la impunidad.

Señaló que las madres buscadoras enfrentan soledad y falta de apoyo institucional en su lucha, lamentando que sean las propias familias quienes tengan que sacrificar tiempo, trabajo y recursos económicos para realizar sus labores de búsqueda.

“Muchas mamás saben que sus hijos ya no están vivos, pero lo que quieren es darles una despedida digna. Lo triste es que no hay presupuesto suficiente para encontrarlos y son los padres quienes deben costear lo que debería garantizar el Estado”, expresó.

Continúan las desapariciones

Además cuestionó que, pese a la tecnología y capacidad logística con la que cuenta el país, las desapariciones y fosas clandestinas continúan proliferando sin que exista un control real.

“Si tenemos satélites que nos vigilan todo el tiempo, ¿por qué este tipo de situaciones pasan desapercibidas? ¿Quién lo permite y por qué se favorece?”, subrayó.

Una reforma judicial pendiente

Por otro lado, el arzobispo insistió en que el problema de fondo es la impunidad y la corrupción.

“El país necesita una verdadera reforma judicial, no la que tuvimos, que fue incompleta. Necesitamos un sistema donde la corrupción no marque la forma de actuar y donde las medidas justas inhiban estas prácticas que causan tanto dolor”, enfatizó.

Asimismo, recordó que en la provincia eclesiástica de Guadalajara, la Iglesia determinó años atrás que quienes participaran en secuestros serían excomulgados.

“Si alguien se dice creyente y al mismo tiempo participa en estos crímenes, es una incongruencia muy grande. No se puede honrar a Dios haciendo el mal”, puntualizó.

Finalmente, exhortó a los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal, a generar políticas públicas serias, con logística y presupuesto, que permitan atender las búsquedas y reducir las desapariciones.