Durante el discurso de clausura de la representante de las alumnas de la Escuela Preparatoria de Pijijiapan se dio a conceder que en ese plantel, la mayoría de los docentes son hombres y muchos de ellos cometen delitos sin que haya consecuencias.
Tras la detención del catedrático por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE), luego de la denuncia y respectiva investigación, los casos en la escuela se han incrementado potencialmente. Nadie esperaba que la representante de los alumnos en la ceremonia de graduación abordara el tema, pues ahora buscan minimizar el hecho de la captura del presunto acosador.
La denuncia ante los directivos, maestros, padres de familia y alumnos fue clara: en esa preparatoria es permanente el escenario de acoso, donde se toleraron miradas lascivas, acoso y hostigamiento para pretender tener relaciones sexuales con las alumnas menores de edad.
La oradora pidió disculpas por no haber denunciado antes porque ella también fue víctima y exigió protección a sus compañeras que pasaran a quinto semestre.
La ceremonia de clausura no fue como todas las anteriores, esta vez una joven que fue objeto de acoso y hostigamiento pidió a sus compañeras alzar la mano para dar a conocer que sufrieron acoso.
Más tarde, las redes sociales fueron el canal que utilizaron alumnos para denunciar a otros maestros de la institución que también cometían este tipo de ilícitos. Señalaron que en su momento denunciaron la situación pero no fueron escuchadas e incluso hubo amenazas.
Aunque las denuncias son generalizadas, mencionan que muchos docentes llegan prácticamente en estado de ebriedad a dar clases, se propasan y nadie hace nada, lo mismo ocurre tanto en Pijijiapan como en escuelas de todos los demás municipios incluyendo a Tapachula.
La petición de las alumnas de la preparatoria de Pijijiapan es que esta práctica debe erradicarse y por lo tanto deben investigar y en su caso sancionar a los docentes que han sido señalados.