En la comunidad de Talismán, en Tuxtla Chico, se ubica el Puerto Fronterizo (Talismán) con la presencia de instituciones federales que permiten la comunicación y el paso con Guatemala. Sin embargo, en materia de seguridad los habitantes piden, a través de sus autoridades locales, que se solicite a la Sedena mayor presencia en acciones de vigilancia, para evitar que pandillas delincuenciales dedicadas al atraco y cobro de piso pudieran establecerse.
La petición es que los uniformados, como parte de la Federación, se sumen a las corporaciones ya existentes, tanto municipal como del estado, ya que se trata de una zona de paso de migrantes pero también de comercio, por lo que se tiene que evitar y prevenir que grupos delincuenciales como los que asolan la región, entre estos los maras y cobradores de piso, pudieran convertir el lugar en una zona de violencia.
En entrevista a los pobladores —quienes pidieron omitir de sus nombres—, señalan que en la actualidad persisten algunos hechos violentos que ponen en alerta a la sociedad, como el rumor del presunto cobro de piso a comerciantes establecidos en el poblado de Talismán, al igual que el reciente atraco a una tienda de conveniencia y a una familia (metiéndose a su casa), a quienes amenazaron y saquearon; pese a que los actos se señalan como hechos aislados, mantienen zozobra entre la población ante la presencia de pandilleros en las calles.
Y es que en la frontera de Talismán, en Tuxtla Chico, Chiapas, situada en el sur de México, señalan que no se debe permitir la presencia de actividades de la delincuencia organizada, ya que este tema fue abordado en el último encuentro de seguridad el pasado lunes (en la Décimo Sexta Sesión Ordinaria de Seguridad Pública en Tuxtla Chico), donde se hizo evidente y notorio a través de las peticiones de los pobladores sobre lo que acontece en Talismán. Esto, además, por su cercanía con Cacahoatán, ciudad donde se detonó la presencia de bandas delincuenciales del cobro de piso y de extorsión.
En Talismán hay rumores y no está descartado que en este fronterizo poblado se esté dando, de alguna manera, el cobro de piso contra comerciantes y que tales actos habrían dado lugar —ante las amenazas— a que uno de los empresarios cerrara sus puertas y emigrara, luego del temor de ser asesinado.