“La estrategia que utilice la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) para atacar la pobreza y pobreza extrema en jornaleros agrícolas, pudiera tener un buen inicio en las entidades de Veracruz, Chiapas y Puebla, donde se ubican los mayores porcentajes de personas trabajadoras del campo”, recomendó el Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), José Nabor Cruz Marcelo.
Entidades
El también economista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la conferencia, “Retos de la política pública para atender a la población jornalera agrícola en pobreza extrema”, resaltó que estas tres entidades concentran un porcentaje considerable de campesinos en estas condiciones.
“Son alrededor de 71 mil 422 trabajadores jornaleros en estas condiciones en Chiapas; de los cuales, el 26.7 %, está en pobreza extrema”, dijo. Sostuvo que debe realizarse una estrategia específica para el medio millón de jornaleros agrícolas y el 1.8 millones de personas que habitan en hogares en los que se encuentra laborando un integrante en el campo en situación de pobreza extrema.
Ocupada subordinada
Aclaró que un jornalero agrícola es una persona ocupada subordinada que recibe un pago eventual y sin contrato, al que se le llama jornal, por sus labores de trabajador agrícola de apoyo.
Es un grupo que percibe los ingresos más bajos, tiene los mayores desgastes físicos y alta desigualdad territorial; ahí es donde radica la importancia de atención.
A nivel local, en los Altos de Chiapas, se encuentran municipios con 50 % o más de su población jornalera agrícola en situación de pobreza extrema. Destaca Ocosingo por ser uno de los municipios con más de tres mil personas en estas condiciones.
Identificaron 23 flujos de población jornalera agrícola, cinco salen de regiones indígenas como Tulijá, Tseltal y Chol, con dirección hacia el desierto de Sonora a los trabajos de cosecha de espárrago, uva, alfalfa, y jitomate.