En el 2030 se prevé que los desastres relacionados con el clima empujarán a 100 millones de personas más a la pobreza extrema, afectando en mayor medida a mujeres y niñas, y en particular a las mujeres rurales, indígenas y en situación de movilidad, alertó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM-ONU).
De acuerdo con organizaciones de la sociedad civil relacionadas a la migración y defensoras de los pueblos originarios, las principales causas de la movilidad humana tienen que ver con el deterioro ambiental.
La OIM-ONU México coincidió y manifestó que la desigualdad de género, unida a las crisis climática y ambiental, es uno de los mayores desafíos para el desarrollo sostenible.
“La pandemia por covid-19 puso de manifiesto tres crisis interrelacionadas que no permiten alcanzar la igualdad de género y amenazan la supervivencia de las personas y del planeta: 1) la crisis del empleo, 2) la de los cuidados y 3) la del clima”.
Naciones Unidas urgió generar iniciativas para que las mujeres y las niñas en toda su diversidad estén en el centro de la recuperación sostenible, “ellas son líderes eficaces y poderosas, muchas de ellas indígenas, quienes impulsan acciones a favor de la conservación y gobernanza del medio ambiente, la transmisión de saberes y conocimientos tradicionales de cuidado de la naturaleza”.
Para estas organizaciones la participación de las mujeres contribuye a responder de manera más efectiva a la crisis climática y a la gestión sostenible e inclusiva de los recursos naturales. Hicieron hincapié en que la experiencia demuestra que cuando hay una mayor representación de las mujeres en los parlamentos e instituciones responsables del cambio climático y medio ambiente, los países adoptan políticas más efectivas en la materia.